Iniciamos la solicitud por vía administrativa para conseguir la pensión por incapacidad, y tras ello nuestra clienta pasó el Tribunal Médico con el INSS, y a pesar de haber acreditado que debido a sus trastornos psicológicos era incapaz de realizar cualquier trabajo, se lo denegaron aun cuando el INSS escribió como cuadro clínico del informe que:
Lo que quiere decir que la Seguridad Social reconoció la enfermedad, pero no quiso conceder los derechos a nuestra clienta.
Pero el INSS no sabe que en Fidelitis somos fieles a nuestras convicciones y creíamos que podíamos conseguir aquello por lo que estábamos luchando, por lo que sin pensarlo realizamos una Reclamación Previa a la vía jurisdiccional y seguimos luchando por los derechos de nuestra clienta, que nuevamente fue rechazada por el mismo motivo.
Estaba claro que el INSS no quería reconocer los derechos a nuestra clienta, por lo que no nos dejó más opción que realizar una demanda al juzgado.
Para el juicio valoramos la importancia de incluir un informe pericial que ratificase las patologías y limitaciones de nuestra cliente.
En Fidelitis somos conscientes de la dificultad de valorar las limitaciones que presentan los problemas de la salud mental, no solo en la Seguridad Social, sino en los Juzgados, pero en esta ocasión, a pesar de todas las pruebas que presentamos, el juez decidió desestimar nuestra demanda.
Pero nuestros abogados nunca tiran la toalla, por lo que realizamos un recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia. Atacamos con todo lo que teníamos (cada prueba, cada informe, cada dato trascendental), y finalmente nuestro esfuerzo dio resultado y nos dieron la razón y a nuestra clienta se le concedió una pensión por incapacidad permanente en grado de absoluta.
