Qué tipos de discapacidad existen

¿Qué tipos de discapacidad existen?

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Vivimos en una sociedad plural y diversa, pero donde se dan por sentadas ciertas capacidades y habilidades comunes a todos. Sin embargo, algunas personas han perdido o no han llegado a desarrollar del mismo modo que la mayoría de la población dichas habilidades, y por ello se les plantean más dificultades en el día a día que al resto para cosas tan básicas como, por ejemplo, encontrar trabajo, o incluso para tener una vivienda adaptada a sus necesidades. En este artículo te vamos a contar los distintos tipos de discapacidad que existen y sus características.

¿QUÉ ES LA DISCAPACIDAD?

Según la definición de la OMS, la discapacidad es una condición del ser humano que, de forma general, abarca las deficiencias, limitaciones de actividad y restricciones de participación de una persona, donde:

  • Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal.
  • Las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas.
  • Las restricciones de la participación son dificultades para relacionarse y participar en situaciones vitales.

Así pues, la discapacidad es un fenómeno complejo que no contempla al individuo de forma aislada, sino en su interacción con la sociedad en la que vive.

Se estima que en el mundo puede haber mil millones de personas con algún tipo de discapacidad, y sólo en España se contabilizan 4 millones, el 9% de la población.

Aunque cuando hablamos de personas con discapacidad nos referimos a un grupo muy específico de población (la minoría más mayoritaria), la realidad es que se trata de un grupo diverso y variado de individuos con una amplia gama de necesidades. De este modo, dos personas con el mismo tipo de discapacidad pueden resultar afectadas de muy diferente manera, e incluso algunas discapacidades pueden pasar casi ocultas o desapercibidas.

Existen muchos tipos de discapacidades, pudiendo afectar a una persona en diferentes ámbitos, como:

  • La visión.
  • La audición.
  • La motricidad.
  • El razonamiento.
  • La memoria.
  • El aprendizaje.
  • La comunicación.
  • La salud mental.
  • Las relaciones sociales.

A día de hoy todavía persisten multitud de clichés e ideas preconcebidas que perpetúan las actitudes de sobreprotección y las ayudas económicas como la única opción viable para las personas con discapacidad, prejuicios que conducen a la inactividad y a la dependencia.

Habría que tomar conciencia de que el término discapacidad no es sinónimo de enfermedad, pues no se limita al ámbito clínico y de la salud, y sus implicaciones se relacionan más con el mundo de lo social (el urbanismo, la arquitectura, la política, etc.).

Esta realidad nos habla de que, si bien la inclusión social ha experimentado un gran avance, aún falta mucho camino por recorrer.

TIPOS DE DISCAPACIDAD

Tal como hemos señalado, no existe un único tipo de discapacidad, sino que podemos encontrar diferentes clasificaciones en función del tipo de problema en que se presenten dificultades. Por lo general, las discapacidades se clasifican en estos 5 grandes grupos:

1. Discapacidad física

Engloba alteraciones corporales que dificultan el movimiento y/o motricidad, restringiendo la actividad y participación en las actividades cotidianas, como pudieran ser, por ejemplo, la pérdida de una extremidad o de su funcionalidad habitual.

Este tipo de discapacidad puede surgir a causa de problemas medulares, accidentes de tráfico, traumatismos craneoencefálicos, amputaciones, malformaciones congénitas o accidentes cerebrovasculares.

La discapacidad física se divide, a su vez, en:

  • Discapacidad funcional: son alternaciones que afectan al funcionamiento del sistema neuromuscular y/o esquelético, y que dificultan o limitan el movimiento.
  • Discapacidad orgánica: aquellas discapacidades que afectan a procesos fisiológicos u órganos internos, el sistema digestivo, metabólico, endocrino, respiratorio, excretor, circulatorio, etc. Un ejemplo sería la diabetes o los problemas cardíacos.

2. Discapacidad psíquica o mental

Cuando se trata de alteraciones de tipo conductual y del comportamiento adaptativo, con afectación de las facultades mentales y las estructuras neurológicas.

Aquí tienes más información sobre incapacidad permanente por trastornos mentales.

3. Discapacidad intelectual

Se define como toda aquella limitación del funcionamiento intelectual con un CI significativamente por debajo del promedio que dificulta la comprensión y/o respuesta ante distintas situaciones de la vida diaria.

Existen diferentes grados de discapacidad intelectual con diferentes implicaciones en cuanto al tipo de dificultades que pueden presentar.

4. Discapacidad sensorial

Cuando la persona presenta limitaciones derivadas de la existencia de deficiencias en alguno de los sentidos que nos permiten percibir el mundo, ya sea externo o interno.

Existen alteraciones en todos los sentidos, si bien las más conocidas son la discapacidad visual y la auditiva.

5. Discapacidad múltiple o pluridiscapacidad

En este tipo de discapacidad se da una combinación de limitaciones derivadas de algunas de las anteriores deficiencias, como, por ejemplo, una persona invidente con discapacidad intelectual o un sujeto parapléjico con sordera.

¿QUÉ ES UNA DISCAPACIDAD ORGÁNICA Y POR QUÉ MUCHAS VECES NO SE RECONOCE BIEN?

Cuando se habla de discapacidad, es común pensar en limitaciones físicas visibles (como una silla de ruedas) o en discapacidades sensoriales (como la ceguera o la sordera). Sin embargo, existe un tipo de discapacidad menos conocida y, a menudo, menos reconocida social e institucionalmente: la discapacidad orgánica.

Este tipo de discapacidad afecta a órganos internos y puede generar graves limitaciones funcionales, aunque no siempre se manifieste de forma evidente a los ojos de los demás. Por eso, muchas personas que la padecen encuentran dificultades para que se les reconozca oficialmente el grado de discapacidad que realmente les corresponde.

¿Qué se entiende por discapacidad orgánica?

La discapacidad orgánica es aquella que proviene de enfermedades crónicas o de origen interno que afectan el funcionamiento de órganos vitales o sistemas del cuerpo, como el respiratorio, circulatorio, digestivo, endocrino, renal, inmunológico o hematológico.

No se trata de una categoría independiente dentro del sistema de valoración, sino de un tipo de discapacidad física que, por sus características, no suele tener manifestaciones externas visibles, lo que puede dificultar su comprensión y reconocimiento.

Algunos ejemplos de discapacidad orgánica:

  • Insuficiencia cardíaca o cardiopatías graves
  • Enfermedades respiratorias crónicas (como EPOC o asma severa)
  • Diabetes con complicaciones
  • Enfermedades renales crónicas o pacientes en diálisis
  • Cáncer con secuelas funcionales duraderas
  • Fibromialgia y síndrome de fatiga crónica
  • Lupus eritematoso sistémico u otras enfermedades autoinmunes
  • Hepatitis crónica con afectación funcional del hígado
  • Esclerosis múltiple (en fases iniciales o sin afectación motora visible)

¿Por qué muchas veces no se reconoce bien esta discapacidad?

Hay varios factores que dificultan el reconocimiento adecuado de la discapacidad orgánica:

1. Falta de visibilidad externa

Muchas personas con enfermedades orgánicas no presentan signos físicos evidentes. Esto lleva a que su entorno, e incluso algunos profesionales, minimicen su grado de afectación funcional.

2. Infravaloración del impacto funcional

Los síntomas como fatiga extrema, dolor crónico, falta de concentración, o disnea (dificultad para respirar) no siempre son valorados correctamente en términos de limitación para la vida diaria o el trabajo.

3. Baremos tradicionales poco adaptados

Hasta hace poco, los baremos de valoración en España no contemplaban bien los efectos combinados de varias patologías crónicas o los factores sociales que agravan la discapacidad. Esto perjudicaba especialmente a quienes padecen enfermedades internas o multisistémicas.

4. Desconocimiento de los propios derechos

Muchas personas con discapacidad orgánica ni siquiera solicitan el reconocimiento oficial de su discapacidad, porque no saben que tienen derecho a ello o porque creen que no se les va a conceder.

¿Qué ha cambiado con el nuevo baremo de discapacidad?

El nuevo baremo estatal aprobado en 2023, más alineado con los criterios internacionales (como la Clasificación Internacional del Funcionamiento – CIF), ha introducido mejoras importantes:

  • Se valora el impacto funcional y no solo el diagnóstico.
  • Se reconoce la interacción entre múltiples patologías.
  • Se da más peso al dolor crónico, la fatiga y otras limitaciones invisibles.
  • Se incorporan factores contextuales y sociales que pueden agravar la discapacidad.

Gracias a este enfoque más integral, cada vez más personas con discapacidad orgánica pueden acceder al reconocimiento oficial del grado de discapacidad que les corresponde.

En resumen, la discapacidad orgánica existe, aunque muchas veces no se vea. Afecta de forma real y profunda la calidad de vida de quienes la padecen, y su reconocimiento es esencial para acceder a prestaciones, adaptaciones laborales, ayudas sociales y derechos específicos.

En Fidelitis ayudamos a las personas con enfermedades crónicas o discapacidades no visibles a acreditar su situación ante la administración, asesorándolas para conseguir un grado de discapacidad justo y ajustado a su realidad.

DIFERENCIA ENTRE TIPO DE DISCAPACIDAD Y GRADO DE DISCAPACIDAD

Cuando se habla de discapacidad, es frecuente confundir dos conceptos clave pero distintos: el tipo de discapacidad y el grado de discapacidad. Ambos son valorados por los Equipos de Valoración y Orientación (EVO), pero responden a preguntas diferentes y tienen implicaciones distintas a la hora de acceder a derechos, prestaciones y medidas de apoyo.

A continuación, te explicamos en qué consiste cada uno y por qué es importante no confundirlos.

¿Qué es el tipo de discapacidad?

El tipo de discapacidad hace referencia a la naturaleza o causa principal de la limitación que presenta la persona. Es decir, qué parte del cuerpo, función o sistema está afectado y qué consecuencias tiene en el desarrollo de actividades cotidianas o laborales.

Los principales tipos de discapacidad reconocidos oficialmente en España son:

  • Discapacidad física: afecta al sistema musculoesquelético o motor. Ejemplo: paraplejia, amputaciones, lesiones medulares, artrosis severa.
  • Discapacidad sensorial: incluye la discapacidad visual (ceguera o baja visión) y auditiva (sordera o hipoacusia).
  • Discapacidad intelectual: implica limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa. Ejemplo: síndrome de Down, discapacidad cognitiva leve o moderada.
  • Discapacidad psíquica: afecta a la salud mental o emocional. Ejemplo: esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno depresivo grave.
  • Discapacidad orgánica: derivada de enfermedades internas crónicas que afectan órganos vitales. Ejemplo: cardiopatías, insuficiencia renal, lupus.

Una misma persona puede tener más de un tipo de discapacidad (por ejemplo, física y sensorial), lo que se conoce como discapacidad múltiple.

¿Qué es el grado de discapacidad?

El grado de discapacidad representa el porcentaje de limitación global que tiene una persona para participar en la vida social, laboral y personal en igualdad de condiciones. Se expresa en una escala de 0 a 100 %, y se determina tras evaluar:

  • Las limitaciones físicas, sensoriales, mentales o intelectuales.
  • El impacto en la autonomía personal y en la vida diaria.
  • Las barreras del entorno (sociales, laborales, educativas, etc.).
  • La necesidad de apoyos continuos o intermitentes.

El grado mínimo reconocido legalmente como discapacidad es el 33 %. A partir de ese umbral, se accede a beneficios, ayudas y derechos específicos como:

  • Beneficios fiscales.
  • Adaptaciones en el entorno laboral.
  • Acceso a empleo protegido.
  • Medidas de acción positiva en oposiciones.
  • Bonificaciones para la contratación.
  • Subvenciones para productos de apoyo o asistencia personal.

Grados superiores (como el 65 % o el 75 %) pueden dar acceso a prestaciones económicas, como pensiones no contributivas o ayudas para personas con mayor necesidad de apoyo.

Ejemplo práctico

Imagina dos personas con enfermedades distintas:

  • Una tiene una amputación de una pierna (discapacidad física).
  • La otra padece una enfermedad pulmonar grave (discapacidad orgánica).

Ambas podrían ser valoradas con un grado del 40 %, porque, pese a tener diferentes tipos de discapacidad, sus limitaciones para la vida diaria son similares.

Conclusión

  • El tipo de discapacidad identifica qué función o sistema está afectado.
  • El grado de discapacidad valora cuánto limita esa afectación el día a día de la persona.
  • Ambos datos se recogen en el certificado oficial de discapacidad, y son clave para determinar los derechos, ayudas y medidas de apoyo disponibles.

En Fidelitis, te ayudamos a solicitar el reconocimiento del grado de discapacidad que te corresponde, sea cual sea su tipo, y a defender tus derechos si no se ha valorado correctamente tu situación.

¿SE PUEDE TENER MÁS DE UN TIPO DE DISCAPACIDAD A LA VEZ?

Sí, una persona puede tener más de un tipo de discapacidad al mismo tiempo, y de hecho, es más frecuente de lo que se piensa. Esto se conoce como discapacidad múltiple o discapacidad combinada, y ocurre cuando coexisten en una misma persona limitaciones de diferente naturaleza: físicas, sensoriales, intelectuales, psíquicas u orgánicas.

Este tipo de situaciones requiere una valoración más compleja y personalizada, ya que la combinación de varios tipos de discapacidad puede tener un impacto global mayor que cada una por separado.

Ejemplos de discapacidad múltiple

  • Una persona con parálisis cerebral puede presentar una discapacidad física, intelectual y, en algunos casos, sensorial.
  • Alguien que ha sufrido un ictus puede tener secuelas físicas (hemiparesia), cognitivas (dificultades de memoria) y problemas del habla (discapacidad comunicativa).
  • Un paciente con esclerosis múltiple avanzada puede tener discapacidad física (movilidad reducida), orgánica (fatiga crónica) y psíquica (depresión asociada a la evolución de la enfermedad).
  • Una persona con síndrome de Down puede tener discapacidad intelectual y, a la vez, discapacidad orgánica por cardiopatía congénita.

¿Cómo se valora una discapacidad múltiple?

Los Equipos de Valoración y Orientación (EVO) tienen en cuenta todos los tipos de discapacidad que afectan a la persona, no solo el principal.

La evaluación se hace de forma global, considerando:

  • Las limitaciones en la vida diaria.
  • El nivel de autonomía personal.
  • La necesidad de apoyos técnicos, humanos o sociales.
  • La interacción entre las distintas discapacidades.

El objetivo es evitar que se valore cada discapacidad de forma aislada, ya que su efecto conjunto puede ser más incapacitante que el de cada una por separado.

Ejemplo práctico:

Si una persona tiene una discapacidad física del 30 % y una intelectual del 25 %, eso no significa automáticamente que su grado total sea del 55 %. Los profesionales valoran el impacto real de ambas y asignan un grado único, teniendo en cuenta factores como la interacción entre las limitaciones o el entorno de la persona.

¿Influye tener varios tipos de discapacidad en el acceso a ayudas? 

Sí. Las personas con discapacidad múltiple suelen tener derecho a:

  • Un mayor grado de discapacidad reconocido, que puede superar el 33 %, 65 % o 75 %, según los casos.
  • Más apoyos específicos, tanto técnicos (sillas, audífonos, ayudas para el habla) como humanos (asistencia personal, intérpretes, terapeutas).
  • Acceso prioritario a servicios sociales y prestaciones por dependencia o movilidad reducida.
  • Beneficios fiscales, empleo protegido, adaptaciones educativas o laborales, etc.

En conclusión, tener más de un tipo de discapacidad es posible y, de hecho, bastante común. La evaluación oficial debe tener en cuenta el conjunto de limitaciones y cómo interactúan entre sí, no solo la enfermedad o diagnóstico principal.

En Fidelitis te ayudamos a presentar una valoración completa de tu situación, especialmente si sufres varios tipos de discapacidad que no han sido correctamente reconocidos, y te asesoramos para que accedas al grado de discapacidad y a los derechos que realmente te corresponden.

NUESTRO COMPROMISO SOCIAL

En Fidelitis nos distinguimos por nuestro compromiso social, y es por ello que colaboramos con más de 900 asociaciones para personas con discapacidad y enfermedades graves en España.

Nos preocupamos por apoyar y velar por los derechos de las personas con diversidad funcional y movilidad reducida, luchando por medidas como la eliminación de barreras arquitectónicas o facilitando la obtención del certificado de discapacidad.

Si necesitas el reconocimiento de un grado de discapacidad, nuestros abogados te ayudarán con los trámites legales.

Revisado jurídicamente por Lucian Eduard Bighiu

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