Qué es un despido improcedente

¿Qué es un despido improcedente?

El despido improcedente es una de las situaciones más comunes que se presentan en el ámbito laboral en España. Aunque una empresa tiene derecho a despedir a un trabajador si se justifica adecuadamente, hay ocasiones en las que este despido no se ajusta a la legalidad. En este artículo hablaremos sobre qué es un despido improcedente según la legislación española y cuáles son las consecuencias que conlleva.

¿QUÉ ES UN DESPIDO IMPROCEDENTE?

Un despido improcedente se produce cuando la empresa no justifica adecuadamente la causa del despido o lo hace de manera incorrecta, incumpliendo alguna de las obligaciones legales establecidas.

Según el Estatuto de los Trabajadores, las causas justificadas para el despido son las siguientes:

  • Por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
  • Por ineptitud del trabajador conocida o sobrevenida después de la contratación.
  • Por falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas en su puesto de trabajo.
  • Por faltas de asistencia al trabajo, aunque sean justificadas, siempre y cuando el total de faltas de asistencia alcance el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses.
  • Por indisciplina o faltas de respeto y consideración hacia los superiores o compañeros de trabajo.
  • Por violación de la buena fe contractual, como puede ser la competencia desleal o el uso indebido de información confidencial de la empresa.

Además, también se considerará improcedente si no se cumplen los requisitos formales establecidos para llevar a cabo un despido, como el preaviso o la entrega de una carta de despido en la que se especifiquen las causas del mismo.

Consecuencias del despido improcedente

Si un despido se considera improcedente, la empresa está obligada a readmitir al trabajador en su puesto de trabajo, con el abono de los salarios dejados de percibir desde el momento del despido hasta la fecha de la readmisión.

Si la empresa decide no readmitir al trabajador, deberá abonar una indemnización equivalente a 33 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los periodos inferiores a un año y con un máximo de 24 mensualidades.

¿QUÉ HACER ANTE UN DESPIDO IMPROCEDENTE?

Ante un despido improcedente, el trabajador tiene varias opciones a su disposición para defender sus derechos. En primer lugar, es recomendable intentar llegar a un acuerdo con la empresa mediante la vía del diálogo y la negociación. En algunos casos la empresa puede estar dispuesta a rectificar el despido y a readmitir al trabajador o a llegar a un acuerdo de indemnización.

Si no es posible llegar a un acuerdo amistoso, el trabajador puede impugnar el despido ante los Juzgados de lo Social. Para ello, deberá presentar una demanda en la que se expongan los hechos y se solicite la declaración de improcedencia del despido. Es importante contar con la asistencia de un abogado laboralista que pueda guiar al trabajador en todo el proceso.

En caso de que el juez declare la improcedencia del despido, la empresa deberá elegir entre readmitir al trabajador en su puesto de trabajo con el abono de los salarios dejados de percibir o abonar la correspondiente indemnización. Si la empresa opta por la readmisión, el trabajador tendrá derecho a ser reincorporado a su puesto de trabajo en las mismas condiciones que tenía antes del despido.

En caso de que la empresa no cumpla con la readmisión o el pago de la indemnización, el trabajador puede reclamar la ejecución de la sentencia mediante la vía de la ejecución forzosa. Es importante señalar que el plazo para presentar una demanda por despido improcedente es de 20 días hábiles desde la notificación del despido.

¿QUÉ INDEMNIZACIÓN ME CORRESPONDE POR DESPIDO IMPROCEDENTE?

La indemnización por despido improcedente en España depende de varios factores, como la antigüedad del trabajador en la empresa y la fecha de contratación.

En general, el Estatuto de los Trabajadores establece que la indemnización por despido improcedente es de 33 días de salario por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades. No obstante, este cálculo solo se aplica a los contratos firmados a partir del 12 de febrero de 2012. Para los contratos firmados antes de esa fecha, la indemnización es de 45 días de salario por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades.

Es importante señalar que la empresa debe abonar la indemnización en el momento de la extinción del contrato y que esta cantidad no está sujeta a retenciones fiscales ni a cotizaciones a la Seguridad Social. Además, si la empresa no abona la indemnización en el plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido, se pueden solicitar intereses de demora.

¿Cómo se calcula la indemnización por despido improcedente?

La indemnización por despido improcedente se calcula en base a los años de antigüedad del trabajador en la empresa y al salario que percibe. Para ello, se debe aplicar la siguiente fórmula:

(Indemnización = Salario diario x Número de días de indemnización)

El salario diario se obtiene dividiendo el salario mensual del trabajador entre 30 días. En el caso de que el salario sea variable, se debe calcular la media de las últimas doce mensualidades.

El número de días de indemnización se establece en función de la fecha de contratación y del tipo de contrato. Como hemos indicado más arriba, para los contratos firmados a partir del 12 de febrero de 2012, el número de días de indemnización es de 33 por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Para los contratos firmados antes de esa fecha, el número de días de indemnización es de 45 por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades.

Es importante señalar que en el cálculo de la indemnización por despido improcedente no se tienen en cuenta los períodos de tiempo inferiores al año. Por ejemplo, si un trabajador lleva trabajando 3 años y 6 meses en la empresa, se calculará la indemnización por 3 años de antigüedad.

Una vez más, es importante contar con el asesoramiento de un abogado laboralista para garantizar que se calcula correctamente la indemnización correspondiente.

¿EN UN DESPIDO IMPROCEDENTE HAY QUE PREAVISAR?

En un despido improcedente, el empresario no tiene la obligación de preavisar al trabajador con antelación a la extinción del contrato, ya que el despido improcedente se produce como consecuencia de una actuación ilegal o irregular por parte del empresario.

El preaviso se aplica en los casos en los que la extinción del contrato se produce por causas objetivas o por mutuo acuerdo, y en estos casos, la Ley establece un plazo mínimo de preaviso que debe ser respetado por ambas partes.

Por lo tanto, en un despido improcedente el empresario puede proceder a la extinción del contrato sin necesidad de preavisar al trabajador, aunque sí debe abonar la indemnización correspondiente por despido improcedente en los plazos establecidos por la Ley.

En cualquier caso, es recomendable que el trabajador consulte con un abogado laboralista para conocer sus derechos y para tomar las medidas necesarias para defender sus intereses en caso de que se produzca un despido improcedente.

¿CÓMO DENUNCIAR UN DESPIDO IMPROCEDENTE?

Para denunciar un despido improcedente en España, el trabajador debe seguir los siguientes pasos:

  • Reunir la documentación: es importante reunir toda la documentación relacionada con el despido, como el contrato de trabajo, las nóminas, los partes de trabajo, las cartas de despido, etc.
  • Acudir a un abogado laboralista: es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado laboralista para presentar la denuncia por despido improcedente. El abogado podrá orientarte sobre las mejores opciones legales y ayudarle a recopilar la documentación necesaria.
  • Presentar la papeleta de conciliación: la papeleta de conciliación es un documento que se presenta en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) o en los órganos judiciales correspondientes. En ella se detallan los motivos de la denuncia y se solicita la celebración de un acto de conciliación con la empresa.
  • Acudir al acto de conciliación: en el acto de conciliación, el trabajador y la empresa intentarán llegar a un acuerdo para solucionar el conflicto de forma amistosa. Si no se alcanza un acuerdo, se procederá a presentar la demanda ante los tribunales laborales.
  • Presentar la demanda: en la demanda, el trabajador debe explicar los motivos por los cuales considera que el despido ha sido improcedente y solicitar la readmisión en el puesto de trabajo o la correspondiente indemnización.

Conviene tener en cuenta que existe un plazo de 20 días hábiles desde la fecha del despido para presentar la papeleta de conciliación. Si se supera este plazo, el trabajador puede perder el derecho a reclamar la improcedencia del despido.

Es importante respetar los plazos establecidos y contar con el asesoramiento legal adecuado para garantizar una defensa efectiva de los derechos laborales. En Fidelitis contamos los mejores abogados laboralistas expertos en despido, reclamación de salarios e indemnizaciones. Si has sufrido un despido improcedente, podemos estudiar tu caso y aconsejarte la mejor opción.

Compartir en redes: