Incapacidad Permanente por Trastorno Bipolar
A continuación te mostramos un índice de contenido sobre el trastorno bipolar:
DEFINICIÓN: QUÉ ES EL TRASTORNO BIPOLAR
El trastorno bipolar, antes denominado trastorno maniacodepresivo o depresión maníaca, es un trastorno mental que puede ser crónico o episódico y que causa cambios extremos en el estado de ánimo que fluctúan entre altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).
Durante los episodios maníacos (la hipomanía es menos extrema que la manía), una persona puede sentirse eufórica, optimista, llena de energía y vitalidad o inusualmente irritable. En cambio, durante los episodios depresivos la persona tenderá a sentirse triste, abúlica o desesperada, además de mostrar un nivel de actividad muy bajo.
Estas variaciones anímicas terminan por afectar al sueño, al comportamiento y a la capacidad de pensar con claridad. Asimismo, influyen sobremanera en los aspectos sociales, familiares, académicos o laborales de la persona que padece esta enfermedad.
Las personas con trastorno bipolar también pueden presentar un estado de ánimo normal (eutímico) que se alterna con fases de depresión.
El trastorno bipolar suele comenzar en los últimos años de la adolescencia o al inicio de la edad adulta, afectando por igual a hombres y mujeres. Sin embargo, en ciertas ocasiones los síntomas bipolares pueden presentarse también en niños. Aunque los síntomas vienen y van, por lo general, el trastorno bipolar no desaparece por sí solo y requiere de tratamiento de por vida.
El trastorno bipolar afecta a casi un 4% de la población mundial, con independencia de las diferencias culturales o el grado de desarrollo tecnológico. Se estima que en España hay más de un millón de personas con algún tipo de trastorno bipolar. Aún hoy, las personas afectadas tienen que convivir con el estigma de esta enfermedad mental.
Tipos de trastorno bipolar
Existen tres tipos básicos de trastorno bipolar, que pueden consistir en manía o hipomanía y depresión:
- Trastorno bipolar tipo 1: cuando los episodios maníacos duran al menos siete días o cuando los síntomas maníacos son tan graves que se necesita hospitalización. También se pueden dar episodios de alteraciones anímicas con características mixtas (que combinan síntomas depresivos con maníacos al mismo tiempo). En algunos casos, la manía puede provocar una desconexión de la realidad (psicosis).
- Trastorno bipolar tipo 2: cuando el paciente alterna un episodio depresivo mayor con, como mínimo, un episodio hipomaníaco, sin llegar al maníaco.
- Trastorno ciclotímico o ciclotimia: cuando experimenta durante al menos dos años (o un año en el caso de niños y adolescentes) períodos con síntomas de hipomanía y períodos con síntomas depresivos, aunque de menor gravedad que la depresión mayor.
- Otros tipos: como los trastornos relacionados o inducidos por ciertos medicamentos o bebidas alcohólicas, o causados por una patología como la enfermedad de Cushing, la esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.
El trastorno esquizoafectivo de tipo bipolar se asemeja mucho al trastorno bipolar tipo 1, con la salvedad de que el esquizoafectivo suele presentar síntomas psicóticos (alucinaciones y delirios) incluso durante las fases asintomáticas de la enfermedad (fases de eutimia), mientras que en la persona con trastorno bipolar 1 los síntomas psicóticos aparecen únicamente en el contexto de una fase maníaca o depresiva.
El trastorno bipolar tipo 2 no es una forma más leve que el trastorno bipolar tipo 1, sino un diagnóstico diferente. Mientras que los episodios maníacos de este último pueden ser graves y requerir hospitalización, las personas con trastorno bipolar 2 pueden estar deprimidas durante períodos más largos de tiempo.
CAUSAS DEL TRASTORNO BIPOLAR
Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar. Diversas investigaciones sugieren que no hay una sola causa, sino una combinación de factores bioquímicos, genéticos y ambientales que pueden contribuir a desencadenar la enfermedad.
- Genética. Los estudios concluyen que un alto porcentaje de las personas que sufren trastorno bipolar tienen parientes de primer grado, como hermanos o padres, con alguna forma de depresión. Sin embargo, esto no significa que por tener un familiar con trastorno bipolar automáticamente vayas a desarrollar la enfermedad.
- Desequilibrio bioquímico motivado por una producción irregular de hormonas o por un problema con ciertos neurotransmisores. Si hay un desequilibrio de los neurotransmisores, el sistema de regulación del estado de ánimo del cerebro no funciona correctamente.
- Factores ambientales. Sucesos estresantes pueden desencadenar un primer episodio de manía o depresión.
SÍNTOMAS DEL TRASTORNO BIPOLAR
Las personas con trastorno bipolar pasarán por episodios de manía (subidas) y episodios de depresión (bajadas). Es importante recalcar que no se trata de las fases normales de tristeza y felicidad que todo el mundo siente de vez en cuando; antes bien, son cambios intensos o acusados del estado de ánimo que no cesan de oscilar.
Síntomas de la manía
Tanto los episodios maníacos como los hipomaníacos pueden incluir tres o más de los siguientes síntomas:
- Excesiva locuacidad y frenesí de ideas.
- Disminución de la necesidad de dormir.
- Optimismo exagerado.
- Negación de que exista algún problema.
- Agitación y aumento de la actividad física y mental.
- Irritabilidad exacerbada, comportamiento agresivo e impaciencia.
- Escasa sensatez.
- Fácil distracción.
- Comportamiento imprudente (como derrochar dinero, tomar decisiones precipitadas o conducir de forma temeraria).
- Compulsión sexual.
- Dificultad de concentración.
- Sensación exagerada de bienestar y confianza en sí mismo.
Síntomas de la depresión
Un episodio depresivo mayor puede incluir algunos de estos síntomas:
- Pérdida de interés o placer en actividades cotidianas, incluyendo el sexo.
- Estado de ánimo irritable o triste durante un período de tiempo prolongado.
- Fatiga o pérdida de la energía.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
- Insomnio o dormir demasiado.
- Disminución del rendimiento escolar e incapacidad de concentrarse.
- Incapacidad para experimentar placer.
- Disminución o aumento del apetito.
- Ira, preocupación y ansiedad.
- Pensamientos recurrentes en la muerte y el suicidio.
En los adultos, los episodios de manía o depresión suelen durar de semanas a meses. Sin embargo, en los niños y adolescentes, estos episodios pueden ser más cortos y oscilar entre la manía y la depresión varias veces a lo largo del día.
Los episodios de manía y depresión pueden darse de forma irregular y seguir un patrón aleatorio e imprevisible, o pueden estar conectados, de manera que a un episodio maníaco le suceda siempre un período de depresión, o viceversa. En ocasiones los episodios siguen un patrón estacional.
Otros síntomas
Muchas personas con trastorno bipolar pueden padecer también otras afecciones como:
Psicosis: las personas que tienen episodios graves de manía o depresión también pueden experimentan síntomas psicóticos, como alucinaciones o delirios.
Trastornos de ansiedad y de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Abuso de drogas y alcohol: las drogas pueden estimular, provocar o empeorar los síntomas del estado de ánimo.
Trastornos de la alimentación: es bastante habitual que algunas personas con trastorno bipolar sufran algún trastorno de la alimentación, como la bulimia.
Ciertos síntomas del trastorno bipolar se pueden parecer y confundir con los de otras patologías, lo que podría dar origen a un diagnóstico erróneo; por ejemplo, algunas personas con trastorno bipolar que también manifiestan síntomas psicóticos pueden diagnosticarse equivocadamente de esquizofrenia.
TRATAMIENTO DEL TRASTORNO BIPOLAR
Aunque el trastorno bipolar no tiene cura, el tratamiento puede ayudar a controlar y manejar los síntomas y a estabilizar el estado de ánimo de la persona. El plan de tratamiento llevado a cabo por un equipo de profesionales de la salud mental (un psicólogo, un psiquiatra, un asistente social) suele incluir:
- Medicamentos: estabilizadores del estado de ánimo para controlar los episodios maníacos o hipomaníacos, antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos. Los tipos y las dosis de estos fármacos dependerán tanto de la sintomatología del paciente como de su gravedad. Estos tratamientos suelen ser de por vida.
- Psicoterapia: puede realizarse en forma individual, familiar o grupal, y tiene como objetivo ayudar a identificar y cambiar emociones, pensamientos y comportamientos problemáticos. La terapia interpersonal y de ritmo social, una de las más indicadas en estos casos, trata de establecer una rutina diaria de sueño, dieta y ejercicio para controlar mejor el estado de ánimo. Con la terapia cognitivo-conductual se pueden identificar las circunstancias o patrones que desencadenan los episodios bipolares, así como aprender estrategias eficaces para controlar el estrés. A menudo se recurre a la psicoterapia en combinación con medicamentos.
- Terapia electroconvulsiva: sería la última opción, cuando no se observa mejoría con la medicación o existe un importante riesgo de autolisis o tentativas suicidas. También se está investigando la estimulación magnética transcraneal como alternativa para los pacientes que no responden a los antidepresivos.
Por otra parte, el apoyo de familiares y amigos siempre es beneficioso para el equilibro emocional de una persona con trastorno bipolar.
ÚLTIMOS AVANCES EN TRASTORNO BIPOLAR
Los investigadores están tratando de comprender la etiología de esta enfermedad mental para desarrollar tratamientos más efectivos.
En ese sentido, un equipo internacional de científicos, en el que han participado investigadores del Clínic y de Vall d'Hebron, ha conseguido identificar nuevos genes asociados directamente al trastorno bipolar. En este estudio publicado en la revista Nature han demostrado la conexión que existe entre los genes asociados al trastorno bipolar y los genes que codifican los canales de calcio. Esto aumentaría el potencial que pueden tener los fármacos antagonistas de los canales de calcio a la hora de combatir esta patología.
Con estos avances en genética también se trata de mejorar el diagnóstico. Ahora se sabe que los distintos tipos de trastorno bipolar presentan diferencias a nivel genético, y se ha comprobado que el de tipo I, que se caracteriza por los episodios maníacos, está más relacionado con la esquizofrenia.
ASESORAMIENTO JURÍDICO Y LEGAL
En nuestro país cada vez es más frecuente que se solicite el reconocimiento de incapacidades permanentes por trastorno bipolar y otras enfermedades mentales. Esto representa una mayor sensibilización por parte de la sociedad y de los tribunales.
Por lo tanto, si vas a solicitar una paga por incapacidad permanente absoluta por trastorno bipolar, debes saber que los tribunales han reconocido estas situaciones con anterioridad.
Es importante subrayar que el trastorno bipolar, como la depresión, es una dolencia de difícil valoración, no sólo por su falta de diagnóstico objetivo (los informes de los especialistas médicos pueden llegar a ser confusos y dar lugar a disparidad de criterios), sino también por la falta de acreditación de la limitación funcional. Con todo, por parte de los tribunales hay una tendencia cada vez más generalizada a considerar el trastorno bipolar como secuela de carácter invalidante.
Para que una reclamación de este tipo prospere hay que presentar el caso de forma clara y precisa, con informes médicos muy contundentes donde queden bien reflejados los impedimentos y disfunciones derivadas del proceso patológico, y por ello consideramos que es fundamental no iniciar este proceso sin estar bien asesorado por un abogado especialista, puesto que cualquier error en el expediente o en los informes arruinaría cualquier opción.
Trastorno bipolar y vida laboral
La base sobre la que se apoya el peritaje médico es la comparación entre los requisitos de las funciones básicas de la profesión u oficio y el perfil de las capacidades individuales del trabajador para desempeñar dichas funciones. Este informe psiquiátrico pericial se podrá utilizar como una prueba más en el caso de no obtener el resultado esperado por vía administrativa y sea necesario recurrir a la vía judicial.
También conviene recordar que los trastornos bipolares muchas veces van asociados al padecimiento de otras patologías que provocan los mismos, y, por lo tanto, a la hora de valorar las secuelas hay que hacerlo como suma de afecciones.
Los especialistas clínicos que atienden en una consulta deben conocer los entresijos legales para elaborar informes que ayuden a la Administración y a los tribunales a comprender si la enfermedad mental de un trabajador le incapacita para continuar en su puesto de manera irreversible, ya que en muchas ocasiones lo desconocen y por tanto es fundamental que consultes con tu abogado las distintas opciones.
Para que se conceda una incapacidad permanente absoluta por trastorno bipolar es necesario que el proceso sea considerado crónico. También se valorará la falta de mejora ante los tratamientos, las limitaciones funcionales y la presencia de intentos autolíticos o su riesgo.
Tribunal Médico y trastorno bipolar
Si a causa de tu trastorno bipolar has encadenado sucesivas bajas laborales, lo más probable es que sea el mismo Instituto Nacional de Seguridad Social el que te cite para pasar el Tribunal Médico con objeto de clarificar si tu situación está cronificada. En tal caso, el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) determinará si el proceso reviste la suficiente gravedad como para justificar una incapacidad permanente. En estos casos te recomendamos que te pongas en contacto con abogados especialistas en incapacidad laboral por trastorno bipolar porque, por supuesto, el INSS no va cuidar por tus intereses como lo harías tú mismo y lo más probable es que te quieran dar el alta médica.
Tanto si es la primera vez que te enfrentas a un Tribunal Médico como si el INSS te ha citado para una revisión de incapacidad permanente, probablemente estés intranquilo. Para que sepas en qué consiste y vayas más relajado a la cita, te recomendamos leer este post donde te damos varios consejos para pasar un Tribunal Médico por trastorno bipolar.
Lo más importante es que acudas con los informes periciales psicológicos bien estudiados, que respondas a todas y cada una de las preguntas que te hagan y que seas sincero y coherente con tu enfermedad, sin rebajar la importancia de tus síntomas, pero sin tampoco exagerarlos.
Ten en cuenta que el médico evaluador querrá asegurarse de que se han agotado las posibilidades terapéuticas para tratar tu enfermedad antes de concederte la incapacidad laboral, así que algunas de sus preguntas pueden ir por ahí.
Revisión de incapacidad permanente absoluta por trastorno bipolar
Una vez se te reconozca la incapacidad permanente puede que te sometan a revisiones periódicas para comprobar que no has mejorado. La primera suele producirse entre 1 año y 2 años desde la resolución.
Así también, si en algún momento se determina que has recuperado tu capacidad laboral total o parcialmente, se te podrá retirar la incapacidad permanente o degradarla; y a la inversa: si has empeorado, se podría subir el grado hasta incapacidad permanente absoluta.
Por lo tanto, recuerda, si has sufrido algún tipo de agravamiento en las secuelas o han aparecido nuevas patologías asociadas que empeoran tu calidad de vida, puedes solicitar una revisión de incapacidad permanente absoluta por trastorno bipolar para conseguir una gran invalidez.
En Fidelitis contamos con los mejores abogados especialistas en incapacidad laboral. Puedes consultarnos tus dudas y encontraremos la solución a tus problemas.
FAQs sobre incapacidad, grados de discapacidad y jubilación por trastorno bipolar
¿Aún te quedan dudas en materia jurídica y legal? Respondemos a tus preguntas.
Como cualquier enfermedad, lo que determina el tipo de incapacidad laboral es cómo afectan las secuelas a tu capacidad para trabajar.
Como hemos mencionado anteriormente, en la actualidad se han obtenido sentencias favorables de incapacidad laboral por trastorno bipolar. Cuando el INSS ha concedido la incapacidad, la mayoría de las veces ha consistido en una incapacidad permanente total para la profesión habitual, y en algunos casos una incapacidad permanente absoluta. También es verdad que, en multitud de ocasiones, el trastorno bipolar suele venir acompañado de otras patologías que pueden agravar el estado de salud de la persona afectada, alcanzando una Gran Invalidez. Es por ello que es posible obtener la dependencia o una pensión por incapacidad laboral en cualquiera de sus grados si además del trastorno bipolar concurren otras patologías.
Si ha existido algún tipo de agravamiento de las secuelas del trastorno bipolar o has desarrollado una nueva patología, puedes solicitar una revisión de grado por agravamiento para obtener la absoluta o la gran invalidez, de modo que tu pensión se vería incrementada sensiblemente.
El importe de la pensión depende del grado de incapacidad laboral que obtengas. Si se trata de una total el cálculo se realiza sobre las bases de cotización de los últimos 8 años y, por ejemplo, si tu salario bruto ha sido de 1.500 euros al mes de media, entonces cobrarás una pensión del 55% de los 1.500 euros; es decir, 825 euros brutos, y del 75%, es decir, 1.125 euros brutos, a partir de los 55 años si no estás trabajando en otro empleo que sea compatible con la pensión.
Si se trata de una absoluta el cálculo se realiza igual que en el caso anterior, así que con el mismo ejemplo de salario entonces cobrarás una pensión de 1.500 euros netos ya que no está sujeta a retención.
En el caso de obtener una gran invalidez, además del importe de la absoluta, cobrarás un complemento de mínimo el 45% y hasta un 90% aproximadamente. Es decir, si nos fijamos en el ejemplo anterior, una persona que haya estado cotizando de forma estable en base a 1.500 euros puede llegar a cobrar una pensión de mínimo 2.175 euros y hasta aproximadamente 2.850 euros.
Además, si una persona ha estado cotizando las bases máximas de cotización, las pensiones por gran invalidez pueden superar incluso los 4.500 euros, ya que, aunque la pensión máxima para 2024 es de 3.181,60 euros netos, el complemento de gran invalidez se calcula sobre la base de cotización, así que podemos obtener pensiones de un altísimo valor económico para una gran invalidez y, por supuesto, tampoco están sujetas a retenciones.
En el caso del grado de discapacidad, lo que se mide es cómo te afectan las secuelas de la enfermedad a todos los aspectos de tu vida diaria, desde que te levantas hasta que te acuestas, incluidas tus relaciones laborales, sociales, familiares, etc.
En este caso dependerá del grado de avance de la enfermedad y de sus secuelas, pero lo normal es que con un grado de afectación moderada se pueda obtener el mínimo del 33%, y en los casos más graves, cuando además del trastorno bipolar concurren otras patologías, se supere el 65%.
Nuestros abogados especialistas en discapacidad te asesorarán sobre cualquier duda legal que te pueda surgir.
La dependencia mide cómo afectan las secuelas de la enfermedad a la realización de los actos básicos de tu vida diaria: higiene, alimentación, desplazamiento, etc., así que, en los casos avanzados de la patología, cuando ataca a varios órganos o gravemente a alguno de ellos, se puede obtener cualquiera de los 3 grados de dependencia; esto es, dependencia moderada, severa o gran dependencia.
No, la empresa no se va a enterar de que estás tramitando la incapacidad laboral, excepto que tú mismo se lo digas y, por supuesto, no estás obligado a informar de que la estás solicitando. Es una información absolutamente confidencial.
No es obligatorio esperar a agotar los plazos de la baja médica para solicitar la incapacidad laboral; es más, es preferible no esperar a agotarlos, ya que de esta manera, si la solicitud la haces tú sin esperar a que la inspección intervenga, serás tú mismo quien tenga el control de tu expediente sabiendo en cada momento qué documentos quieres presentar en la solicitud, etc.
Lo que sí es siempre recomendable es que estés muy bien informado de los pasos a seguir y qué documentos te favorecen y cuáles no y, a ser posible, que te pongas en manos de abogados especialistas en incapacidad laboral permanente.
Sí. Si aún no has cumplido los 65 años, puedes solicitarla, y además están en la obligación de dártela y, por lo tanto, lo normal es que obtengas una pensión superior a la que estás cobrando actualmente.
En el caso de haber superado los 65 años de edad se podría intentar, pero el caso se complica y habrá que acudir con absoluta seguridad a los tribunales de justicia siempre que podamos demostrar que el hecho causante es anterior a la edad legal de jubilación.
Gracias a una reciente sentencia ganada por Fidelitis en el Tribunal Constitucional se ha conseguido garantizar este derecho, de tal manera que aunque estés jubilado por coeficientes reductores, si no has alcanzado la edad legal de jubilación, puedes solicitar una incapacidad permanente.
Es preciso señalar que tanto la Seguridad Social como los Juzgados de primera instancia del TSJ y del Tribunal Supremo querían cercenar este derecho, pero nuestra lucha y nuestro compromiso en lo que creemos hizo que llegáramos hasta el Tribunal Constitucional, momento en el que nos dieron la razón.
Aquí tienes más información sobre jubilación anticipada por enfermedad crónica.
El Real Decreto de marzo de 2019 hace hincapié en la adaptación del puesto de trabajo e insta a hacer un esfuerzo para que las personas que sufren una determinada enfermedad (en este caso, trastorno bipolar) traten de obtener mejoras en sus puestos de trabajo en términos de flexibilidad horaria, teletrabajo, adquisición de herramientas tecnológicas, mayor luminosidad, etc., pero la realidad es que se trata de una situación compleja donde cada caso se examina de forma diferente.
Lo que es seguro es que se iniciará un espacio de negociación con el empresario que debe demostrar que ha realizado el máximo esfuerzo para realizar dicha adaptación, pero no significa que para ello deba hipotecar, por ejemplo, la viabilidad de su negocio.
Por esta razón, lo mejor es hacer un análisis pormenorizado de las necesidades y de las posibilidades de la empresa para tratar de alcanzar el mejor escenario posible para el empleado, acorde con las posibilidades económicas de la empresa.
La Ley General de la Seguridad Social dice exactamente que puedes hacerlo siempre y cuando tu nuevo trabajo esté especialmente adaptado a las secuelas de tu enfermedad.
Si tienes una total no hay problema. Lo único que no puedes hacer es desarrollar las mismas tareas que hacías en el trabajo que desarrollabas cuando te dieron la incapacidad laboral.
Pero en el caso de la absoluta o la gran invalidez, la experiencia nos dice que puedes hacerlo únicamente en centros especiales de empleo que, efectivamente, cumplan con estos requisitos y, además, realizando obviamente los trámites adecuados ante la Administración para compatibilizar pensión por incapacidad laboral y nuevo empleo.
Claro que puedes denunciarlo. Además, debes hacerlo para tratar de que no les suceda a otros en el futuro. Dependiendo del tipo de discriminación a la que hayas sido sometido, el procedimiento y el organismo es diferente, desde Instituciones Públicas como Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc., pasando obviamente por llevar al infractor ante los tribunales de justicia.
El acoso laboral es otro tipo de discriminación que, además, dependiendo del grado, puede incluso estar tipificada como delito penal.
Lo primero que debes hacer es documentar el acoso con todo el material del que dispongas (emails, grabaciones, testimonios, etc.) para, a continuación, ponerlo en manos de un abogado especialista en mobbing y acoso laboral que te ayude a poner fin al hostigamiento y te proteja dentro de tu entorno laboral.
SENTENCIAS GANADAS SOBRE TRASTORNO BIPOLAR
Incapacidad permanente absoluta por trastorno bipolar y depresión
Te contamos el caso de cómo ayudamos a un paciente diagnosticado de trastorno bipolar, depresión y narcolepsia tipo 1.
Incapacidad Permanente Absoluta Trastorno Bipolar Tipo 1
Celebramos el reconocimiento de una pensión en grado de absoluta a una paciente diagnosticada de trastorno bipolar tipo 1.
ASOCIACIONES CON LAS QUE COLABORAMOS
En Fidelitis colaboramos y prestamos cobertura jurídica a las principales asociaciones españolas de trastorno bipolar.
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