Incapacidad por síndrome subacromial y tendinitis de hombro
A continuación te mostramos un índice de contenido sobre el síndrome subacromial:
DEFINICIÓN: QUÉ ES EL SÍNDROME SUBACROMIAL
El síndrome subacromial es un conjunto de patologías del complejo articular del hombro que se caracteriza por la irritación de los tendones que forman el manguito de los rotadores a su paso por el arco coroacromial. Se trata de una evolución de la tendinitis del supraespinoso desde el inicio hasta la rotura completa del tendón. Este cuadro clínico englobaría la bursitis subacromial, la tendinopatía y la rotura de los músculos rotadores de los manguitos, así como la tendinosis calcárea.
La patología derivada más común es la tendinopatía del manguito rotador, y el músculo con mayor prevalencia es el supraespinoso.
Lo que provoca el síndrome subacromial es el estrechamiento del espacio subacromial del hombro, lo que deviene en una compresión de los tejidos alojados en él. Este espacio, que se sitúa entre la cabeza del húmero y una parte de la escápula denominada acromion, contiene los tendones del manguito rotador, el tendón de la porción larga del bíceps y la bursa subacromial. El conocido como manguito de los rotadores está formado por los tendones de los músculos supraespinoso, infraespinoso y subescapular.
El síndrome subacromial es la afección más común de hombro, y supone en torno al 45% de las consultas por dolor escapular.
El dolor de hombro puede causar importantes limitaciones funcionales en las actividades de la vida diaria, y es causa frecuente de baja laboral en trabajos en los que se hace un uso prolongado y repetitivo del hombro. En consecuencia, aquellos trabajos que requieren de mucha y prolongada fuerza de los brazos, alta exposición a la vibración mano-brazo (como manejar un martillo hidráulico) o una postura poco ergonómica para el hombro tienen más probabilidades de desarrollar un síndrome subacromial. El impacto es comparable al de otros dolores musculoesqueléticos como la lumbalgia, la ciática o el dolor de rodilla.
Baja laboral por tendinitis calcificante de hombro
La tendinitis calcificante del hombro se origina por la formación de depósitos cálcicos (en forma de carbonatos y fosfatos) en el manguito de los tendones rotadores del hombro, siendo el supraespinoso, en su zona distal, el tendón más frecuentemente afectado.
En estos casos los especialistas recomiendan estar de dos a tres semanas sin realizar actividades que requieran esfuerzo, por lo que mínimo supone entre 14 o 21 días de baja laboral.
En cuanto a su prevalencia, es habitual en pacientes de entre 40 y 50 años, sin ningún desencadenante conocido, afectando más a las mujeres que a los hombres. Se trata de un dolor que puede ser incapacitante, y que suele darse más en el brazo dominante.
La patología conocida como "hombro doloroso" es causa frecuente de baja laboral, y constituye uno de los 20 primeros diagnósticos en alcanzar los 365 días de incapacidad temporal. Es asimismo una de las principales enfermedades profesionales de incapacidad médica prolongada, pudiendo llegar al reconocimiento de una incapacidad permanente.
Fases del síndrome subacromial
Esta enfermedad suele desarrollarse en tres fases (también llamadas estadios de Neer):
- En la fase inicial el paciente presenta edema e inflamación del tendón supraespinoso. Se trata de una lesión reversible que provoca dolor en la cara anterior y/o lateral del hombro de agudización nocturna. En los pacientes más jóvenes es frecuente la bursitis.
- La segunda fase se caracteriza por la fibrosis, engrosamiento de la bursa y tendinitis del supraespinoso. El paciente siente dolor durante el esfuerzo y dolor nocturno al acostarse.
- La última fase es la de la osteofitosis y rotura del manguito, lo que suele derivar en un dolor permanente en el hombro.
CAUSAS DEL SÍNDROME SUBACROMIAL
En cuanto a su etiología, los factores intrínsecos y extrínsecos que favorecen la lesión de los tendones del manguito son los siguientes:
- Vasculares: los tendones que forman el manguito tienen vascularización suficiente, excepto el tendón del supraespinoso, en cuya zona cercana a la inserción la llegada de flujo sanguíneo es crítica.
- Mecánicos: la presencia de un osteofito en la cara inferior del acromion provoca un severo rozamiento con los tendones del manguito y el engrosamiento de la bolsa subacromial.
- Degenerativos: las alteraciones degenerativas del manguito se suelen producir pasados los 50 años de edad, al agravarse la fricción contra el acromion.
- Anatómicos: debido a la existencia de un acromion bipartito o con forma curva o en gancho en vez de plana.
- Traumáticos: microtraumatismos repetidos pueden desencadenar la degeneración e incluso la rotura del manguito.
- Entre las causas extrínsecas estarían la alteración de la cinemática escapular (movimiento incorrecto del hombro) y la alteración postural.
SÍNTOMAS DEL SÍNDROME SUBACROMIAL
El síntoma más característico es el dolor en la zona del hombro que en ocasiones irradia hasta el codo. Se trata de un dolor insidioso, progresivo y mecánico, que se incrementa al levantar los brazos por encima de la cabeza, al llevarse las manos a la espalda (como, por ejemplo, para abrocharse el sujetador) y al acostarse, o cuando el movimiento es excesivo. Por lo general, no se presenta de repente, sino que empieza con un dolor leve que con el tiempo puede desembocar en impotencia funcional y dolor agudo con sensación de fatiga y de aparición nocturna.
Incapacidad permanente total por rotura del tendón supraespinoso
Asimismo, cuando hay un agravamiento se suelen producir contracturas musculares en el cuello, que pueden llegar a ser incluso más molestas que el propio hombro.
Y si además hay rotura del tendón supraespinoso (por estrés mecánico repetitivo, traumatismo o aplastamiento, como dormir siempre bajo el mismo brazo), al dolor se le añade una pérdida de fuerza y movilidad. Esto puede ser causa justificada de incapacidad permanente total para la profesión habitual debido a la limitación funcional.
Incapacidad permanente por omalgia
La omalgia (también llamada síndrome del hombro doloroso o periartritirs escápulo humeral) es una patología muy común que se caracteriza por provocar un déficit funcional en el hombro. Puede afectar al hombro izquierdo o al derecho, o incluso sufrir una omalgia bilateral.
Según su origen y causa, puede ser:
- Dolores por irradiación de origen neurológico, vascular, cardiológico o intestinal.
- Dolores de origen articular y periarticular, incluyendo las bursitis, las patologías tendinosas (tendinitis y rupturas) y las capsulitis.
Los pacientes con omalgia suelen experimentar los siguientes síntomas:
- Atrofia muscular alrededor del hombro afectado.
- Dolor en el hombro, predominantemente en la zona lateral.
- Dolor al mover el brazo por encima de 90 grados.
- Pérdida de fuerza.
La omalgia presenta una prevalencia del 6,9% al 34% en la población general, y del 21% en personas mayores de 70 años. Representa el 1,2% de las consultas médicas, tercer lugar en frecuencia después de las lumbalgias y cervicalgias en las consultas de atención primaria.
Cuando, además de la omalgia, concurren otras patologías (como artritis reumatoide, tendinopatía o incluso depresión), es posible obtener una incapacidad permanente total para la profesión habitual, por ejemplo, para trabajos como el de limpiadora, para el que se requiere de plena movilidad de las dos extremidades.
TRATAMIENTO DEL SÍNDROME SUBACROMIAL
El tratamiento más indicado para el síndrome subacromial en un inicio es conservador (rehabilitación funcional, fisioterapia y tratamiento farmacológico: antiinflamatorios y/o analgésicos, infiltraciones de corticosteroides, ondas de choque e inyecciones extratendinosas), excepto en aquellos pacientes con fuertes dolores que no quieran o puedan someterse a los meses que dura este tratamiento (como los deportistas de élite). Sólo en los estadios más avanzados se requerirá intervención quirúrgica para recuperar la función motora.
En pacientes que no mejoran, con dolor superior a 6 meses o dolor muy intenso, el tratamiento quirúrgico recomendado es la artroscopia de hombro. Esta intervención consiste en dos o tres pequeñas incisiones de menos de 1cm para quitar la bursa inflamada (bursectomía), limar el acromion engrosado para aumentar el espacio (acromioplastia) y sutura de manguito, si existe rotura. Se realiza bajo anestesia general o sedación, y si el manguito aún no está dañado el paciente recibe el alta a los pocos días.
ÚLTIMOS AVANCES EN SÍNDROME SUBACROMIAL
En los últimos años se ha evidenciado la eficacia del tratamiento conservador frente a la intervención quirúrgica, que debe ser considerada siempre como última opción y en casos de lesiones especialmente dolorosas y persistentes.
Los tratamientos más avanzados y que han dado mejores resultados hasta el momento son:
- La carga mecánica gradual del tendón, que favorece el proceso de regeneración y su viscoelasticidad.
- Las terapias manuales para el aumento de espacio articular subacromial, que suelen ser beneficiosas si van acompañadas de un correcto programa de ejercicio individualizado.
- El ejercicio neurodinámico y el control propioceptivo escápulo-torácico, que mejoran en gran medida el dolor y el rango articular de movimiento.
- Técnicas mínimamente invasivas como la punción seca, la Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI®) y la Electrólisis Percutánea Terapéutica (EPTE®), que producen mejoría en la sintomatología de los pacientes.
ASESORAMIENTO JURÍDICO Y LEGAL
¿Sabes que tal vez podrías obtener una pensión por incapacidad permanente por síndrome subacromial, tendinitis de hombro o rotura del supraespinoso? En Fidelitis queremos ayudarte a resolver tus dudas en materia jurídica y legal.
¿Qué tipo de incapacidad laboral puedo conseguir si padezco síndrome subacromial?
Como cualquier enfermedad, lo que determina el tipo de incapacidad laboral es cómo afectan las secuelas a tu capacidad para trabajar.
Actualmente se han obtenido sentencias favorables de incapacidad laboral por síndrome subacromial, tendinitis de hombro y rotura del supraespinoso. Cuando el INSS ha concedido la incapacidad, la mayoría de las veces ha consistido en una incapacidad permanente total para la profesión habitual, y en algunos casos una incapacidad permanente absoluta. También es verdad que, en multitud de ocasiones, el síndrome subacromial suele venir acompañado de otras patologías que pueden agravar el estado de salud de la persona afectada, alcanzando una Gran Invalidez. Es por ello que es posible obtener la dependencia o una pensión por incapacidad laboral en cualquiera de sus grados si además del síndrome subacromial concurren otras patologías.
Si tengo ya concedida una incapacidad laboral en grado de total o absoluta por síndrome subacromial desde hace tiempo, ¿puedo solicitar ahora una absoluta o una gran invalidez?
Si ha existido algún tipo de agravamiento de las secuelas del síndrome subacromial o has desarrollado una nueva patología, puedes solicitar una revisión de grado por agravamiento para obtener la absoluta o la gran invalidez, de modo que tu pensión se vería incrementada sensiblemente.
¿Cuánto puedo llegar a cobrar con una incapacidad laboral por síndrome subacromial?
El importe de la pensión depende del grado de incapacidad laboral que obtengas. Si se trata de una total el cálculo se realiza sobre las bases de cotización de los últimos 8 años y, por ejemplo, si tu salario bruto ha sido de 1.500 euros al mes de media, entonces cobrarás una pensión del 55% de los 1.500 euros; es decir, 825 euros brutos, y del 75%, es decir, 1.125 euros brutos, a partir de los 55 años si no estás trabajando en otro empleo que sea compatible con la pensión.
Si se trata de una absoluta el cálculo se realiza igual que en el caso anterior, así que con el mismo ejemplo de salario entonces cobrarás una pensión de 1.500 euros netos ya que no está sujeta a retención.
En el caso de obtener una gran invalidez, además del importe de la absoluta, cobrarás un complemento de mínimo el 45% y hasta un 90% aproximadamente. Es decir, si nos fijamos en el ejemplo anterior, una persona que haya estado cotizando de forma estable en base a 1.500 euros puede llegar a cobrar una pensión de mínimo 2.175 euros y hasta aproximadamente 2.850 euros.
Además, si una persona ha estado cotizando las bases máximas de cotización, las pensiones por gran invalidez pueden superar incluso los 4.500 euros, ya que, aunque la pensión máxima para 2024 es de 3.181,60 euros netos, el complemento de gran invalidez se calcula sobre la base de cotización, así que podemos obtener pensiones de un altísimo valor económico para una gran invalidez y, por supuesto, tampoco están sujetas a retenciones.
¿Qué grado de discapacidad me corresponde si sufro síndrome subacromial?
En el caso del grado de discapacidad, lo que se mide es cómo te afectan las secuelas de la enfermedad a todos los aspectos de tu vida diaria, desde que te levantas hasta que te acuestas, incluidas tus relaciones laborales, sociales, familiares, etc.
En este caso dependerá del grado de avance de la enfermedad y de sus secuelas, pero lo normal es que con un grado de afectación moderada se pueda obtener el mínimo del 33%, y en los casos más graves, cuando además del síndrome subacromial concurren otras patologías, se supere el 65%.
Nuestros abogados especialistas en discapacidad te asesorarán sobre cualquier duda legal que te pueda surgir.
Teniendo síndrome subacromial, ¿puedo obtener la dependencia y en qué grado?
La dependencia mide cómo afectan las secuelas de la enfermedad a la realización de los actos básicos de tu vida diaria: higiene, alimentación, desplazamiento, etc., así que, en los casos avanzados de la patología, cuando ataca a varios órganos o gravemente a alguno de ellos, se puede obtener cualquiera de los 3 grados de dependencia; esto es, dependencia moderada, severa o gran dependencia.
¿Estoy obligado a informar a mi empresa de que he solicitado la incapacidad laboral a causa del síndrome subacromial? ¿Se pueden enterar?
No, la empresa no se va a enterar de que estás tramitando la incapacidad laboral, excepto que tú mismo se lo digas y, por supuesto, no estás obligado a informar de que la estás solicitando. Es una información absolutamente confidencial.
¿Puedo solicitar la incapacidad laboral debido al síndrome subacromial si estoy trabajando o tengo que esperar a estar de baja y agotar los 18 meses?
No es obligatorio esperar a agotar los plazos de la baja médica para solicitar la incapacidad laboral; es más, es preferible no esperar a agotarlos, ya que, de esta manera, si la solicitud la haces tú sin esperar a que la inspección intervenga, serás tú mismo quien tenga el control de tu expediente sabiendo en cada momento qué documentos quieres presentar en la solicitud, etc.
Lo que sí es siempre recomendable es que estés muy bien informado de los pasos a seguir y qué documentos te favorecen y cuáles no y, a ser posible, que te pongas en manos de abogados especialistas en incapacidad laboral permanente.
Si estoy jubilado por coeficientes reductores, ¿puedo solicitar la incapacidad laboral por síndrome subacromial?
Sí. Si aún no has cumplido los 65 años, puedes solicitarla, y además están en la obligación de dártela y, por lo tanto, lo normal es que obtengas una pensión superior a la que estás cobrando actualmente.
En el caso de haber superado los 65 años de edad se podría intentar, pero el caso se complica y habrá que acudir con absoluta seguridad a los tribunales de justicia siempre que podamos demostrar que el hecho causante es anterior a la edad legal de jubilación.
Gracias a una reciente sentencia ganada por Fidelitis en el Tribunal Constitucional se ha conseguido garantizar este derecho, de tal manera que aunque estés jubilado por coeficientes reductores, si no has alcanzado la edad legal de jubilación, puedes solicitar una incapacidad permanente.
Es preciso señalar que tanto la Seguridad Social como los Juzgados de primera instancia del TSJ y del Tribunal Supremo querían cercenar este derecho, pero nuestra lucha y nuestro compromiso en lo que creemos hizo que llegáramos hasta el Tribunal Constitucional, momento en el que nos dieron la razón.
Aquí tienes más información sobre jubilación anticipada por enfermedad crónica.
¿Están obligados a adaptar mi puesto de trabajo si tengo síndrome subacromial y lo comunico en mi empresa?
El Real Decreto de marzo de 2019 trata sobre la adaptación del puesto de trabajo e insta a hacer un esfuerzo para que las personas que sufren una determinada enfermedad (en este caso, síndrome subacromial, tendinitis de hombro o rotura del supraespinoso) traten de obtener mejoras en sus puestos de trabajo en términos de flexibilidad horaria, teletrabajo, adquisición de herramientas tecnológicas, mayor luminosidad, etc., pero la realidad es que se trata de un traje a medida para cada trabajador y empresa.
En estas circunstancias se abre un espacio de negociación con el empresario que debe demostrar que ha realizado sus máximos esfuerzos para realizar dicha adaptación, pero no significa que para ello deba hipotecar, por ejemplo, su viabilidad financiera.
Por este motivo, lo mejor es hacer un análisis pormenorizado de las necesidades y de las posibilidades de la empresa para tratar de llegar al mejor escenario posible para el empleado acorde con las posibilidades de la empresa.
Si padezco síndrome subacromial, ¿puedo compatibilizar una pensión por incapacidad laboral con un trabajo?
La Ley General de la Seguridad Social dice exactamente que puedes hacerlo siempre y cuando tu nuevo trabajo esté especialmente adaptado a las secuelas de tu enfermedad.
Si tienes una total no hay problema. Lo único que no puedes hacer es desarrollar las mismas tareas que hacías en el trabajo que desarrollabas cuando te dieron la incapacidad laboral.
Pero en el caso de la absoluta o la gran invalidez, la experiencia nos dice que puedes hacerlo únicamente en centros especiales de empleo que, efectivamente, cumplan con estos requisitos y, además, realizando obviamente los trámites adecuados ante la Administración para compatibilizar pensión por incapacidad laboral y nuevo empleo.
¿Qué pasa si soy discriminado por mi síndrome subacromial? ¿Puedo denunciarlo?, ¿cómo debería hacerlo?
Claro que puedes denunciarlo. Además, debes hacerlo para tratar de que no les suceda a otros en el futuro. Dependiendo del tipo de discriminación a la que hayas sido sometido, el procedimiento y el organismo es diferente, desde Instituciones Públicas como Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc., pasando obviamente por llevar al infractor ante los tribunales de justicia.
¿Qué hago si me están acosando en el trabajo para que me vaya al haberse enterado de que tengo síndrome subacromial?
El acoso laboral es otro tipo de discriminación que, además, dependiendo del grado, puede incluso estar tipificada como delito penal.
Lo primero que debes hacer es documentar el acoso con todo el material del que dispongas (emails, grabaciones, testimonios, etc.) para, a continuación, ponerlo en manos de un abogado especialista en acoso laboral que te ayude a poner fin al hostigamiento y te proteja dentro de tu entorno laboral.
ASOCIACIONES CON LAS QUE COLABORAMOS
En Fidelitis colaboramos y prestamos cobertura jurídica a las principales asociaciones españolas de síndrome subacromial, tendinitis de hombro y rotura del tendón supraespinoso.
Si necesitas ayuda o quieres que intercedamos por ti, contacta con nosotros en consultas@fidelitis.es facilitándonos tus datos personales y tu localidad.
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