Incapacidad permanente por insuficiencia renal crónica
A continuación te mostramos un índice de contenido sobre la insuficiencia renal crónica :
DEFINICIÓN: QUÉ ES LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
La Insuficiencia Renal Crónica (IRC) consiste en el deterioro progresivo e irreversible de la función renal. Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que se eliminan a través de la orina, y ayudan a mantener en equilibrio los niveles de sales (electrolitos) y agua del organismo. Junto con la uretra, la vejiga urinaria y los uréteres forman el aparato urinario.
Cuando los riñones empiezan a fallar, dejan de producir una serie de hormonas que ayudan a regular la tensión arterial y estimular la producción de glóbulos rojos (eritropoyetina) o la absorción de calcio de los alimentos para mantener los huesos saludables (vitamina D). En consecuencia, si los riñones no eliminan los productos de desecho, éstos se acumulan en la sangre y afectan negativamente al organismo.
En el momento en que el filtrado glomerular (filtrado de la sangre en el riñón) cae por debajo del 25 al 35% empiezan a aumentar la urea y la creatinina, pudiendo provocar anemia, hipertensión arterial, poliuria y nicturia. Asimismo, cuando el filtrado glomerular es inferior al 15% aproximadamente empiezan a aparecer los signos del síndrome urémico.
En la mayoría de los casos se llega a la situación de enfermedad renal crónica tras un período variable de tiempo, de modo que pueden pasar años desde el inicio del diagnóstico inicial hasta llegar a la fase crónica. En estos casos se hacen necesarias las filtraciones artificiales (diálisis) o un trasplante de riñón.
En España se calcula que hay unas 50.000 personas con insuficiencia renal crónica, de las cuales la mitad están trasplantados y la otra mitad en diálisis.
CAUSAS DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Las causas más frecuentes de insuficiencia renal crónica son:
- Hipertensión arterial: la hipertensión daña los vasos sanguíneos más pequeños de los riñones impidiendo que el filtrado del riñón funcione como es debido.
- Diabetes: si la diabetes no se controla adecuadamente, el azúcar se acumula en la sangre, reduciendo la capacidad de filtrado de los riñones.
El control adecuado de la hipertensión arterial y de la diabetes ralentiza la progresión de la enfermedad renal crónica y disminuye el riesgo cardiovascular.
En otros casos la insuficiencia renal crónica puede deberse a:
- Glomerulonefritis: inflamación de las unidades de filtrado de los riñones o nefronas, que suele estar causada por una alteración del sistema inmunológico que identifica una parte del riñón como algo extraño.
- Nefritis intersticial: inflamación de los túbulos del riñón y las estructuras circundantes.
- Poliquistosis renal: enfermedad hereditaria que sustituye la estructura normal del riñón por quistes de gran tamaño, que con el tiempo provocan una destrucción del riñón y, con ello, una pérdida de su función.
- Obstrucción prolongada de las vías urinarias: derivada de afecciones como el agrandamiento de próstata, cálculos renales y algunos tipos de cáncer.
- Reflujo vesicoureteral: afección que hace que la orina regrese a los riñones.
- Infección renal recurrente, también denominada pielonefritis.
SÍNTOMAS DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Los síntomas más habituales están relacionados con las anomalías en los niveles de diferentes electrolitos como el potasio y el bicarbonato. Dependiendo de su gravedad y de lo avanzada que esté la enfermedad, la pérdida de la función renal puede causar:
- Náuseas.
- Vómitos.
- Pérdida de apetito.
- Anemia.
- Fatiga y debilidad.
- Sabor metálico, mal gusto de boca.
- Problemas de sueño.
- Micción más o menos abundante.
- Disminución de la agudeza mental (encefalopatía urémica).
- Calambres musculares.
- Retención de líquidos, lo que provoca hinchazón o entumecimiento de las manos, la cara y las piernas.
- Prurito y sequedad de piel.
- Presión arterial alta (hipertensión) que es difícil de controlar.
- Dificultad para respirar o disnea, si se acumula líquido en los pulmones.
- Dolor en el pecho, si se acumula líquido en el revestimiento del corazón.
Dado que los riñones son capaces de compensar la pérdida de función, es posible no desarrollar síntomas hasta que se haya producido un daño irreversible.
Pensión de invalidez por Insuficiencia Renal Crónica
Existen cinco estadios de la enfermedad renal. En el estadio 1 y 2 los síntomas son mínimos, y el paciente podría no notar nada. En el estadio 3 la función renal se ha visto deteriorada considerablemente y es importante vigilar el avance de la enfermedad. En los estadios 4 y 5 los riñones han perdido casi toda la función de filtrado y es necesario seguir diálisis o un trasplante de riñón.
Por lo tanto, la insuficiencia renal crónica en estadio 4 o 5, con tratamiento por diálisis, dará lugar al reconocimiento de una incapacidad permanente absoluta o incluso a una Gran Invalidez, si además de no poder trabajar necesitas la ayuda de una tercera persona para alguna actividad básica de la vida diaria. Es verdad que este último grado nunca lo conceden de inicio, pero eso no quiere decir que no tengas derecho a ello y que se pueda pelear en los tribunales.
Cuando se encuentra en estadio 3, unida a otras lesiones y en aquellas profesiones donde se requiera un esfuerzo continuado, la insuficiencia renal crónica podrá justificar una incapacidad permanente en grado de total o incluso absoluta, dependiendo de cómo te afecten las secuelas y de si tienes otras patologías.
Los pacientes renales en tratamientos sustitutivos de la función renal (hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante) tienen una importante discapacidad que les impide llevar una vida como el resto de la población.
¿Tener un solo riñón es una discapacidad?
A la hora de conceder un grado de discapacidad lo que se valora es la función renal conforme a los resultados de los parámetros obtenidos por el nefrólogo en las pruebas de aclaramiento de creatinina, no que se tengan uno o los dos riñones.
Si la función renal es normal, sólo se pierde un 5%, ya que no interfiere en la vida diaria. De hecho, hay personas que nacen con un solo riñón, y no se enteran de esta circunstancia hasta un hallazgo casual tras hacerles una radiografía o una ecografía.
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
El tratamiento va a depender del grado, avance y deterioro de la enfermedad renal crónica. Es importante iniciar el tratamiento de la insuficiencia renal precozmente con el fin de evitar complicaciones, prever secuelas a largo plazo y ralentizar en la medida de lo posible la progresión de la enfermedad (protegiendo la función renal residual).
En estadios iniciales se recomienda:
- Controlar la presión arterial.
- Supervisar el azúcar, sobre todo en las personas con diabetes.
- Reducir el peso.
- Controlar los niveles de lípidos en sangre.
- Control dietético: vigilar la ingesta de proteínas, sal, líquidos, potasio y fósforo para no sobrecargar la función deteriorada del riñón.
Si la enfermedad progresa y alcanza la situación de insuficiencia renal terminal o estadio 5, se debe plantear un tratamiento sustitutivo: trasplante renal o diálisis, o bien optar por un tratamiento médico conservador.
El tratamiento farmacológico puede incluir:
- Hipotensores: fármacos para el control de la presión arterial elevada.
- Diuréticos: para intentar mantener un buen volumen de orina y evitar la retención de líquidos.
- Protectores de la función renal: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina.
- Quelantes del fósforo: reducen la absorción del fósforo para evitar que se acumulen en el organismo.
- Suplementos de calcio y vitamina D.
- Eritropoyetina: para estimular la producción de glóbulos rojos.
- Quelantes del potasio: para reducir la absorción del potasio de la dieta.
- En caso de ser trasplantado, se deben tomar fármacos inmunosupresores para evitar el rechazo del trasplante renal.
Diálisis y trasplante renal
La diálisis es un procedimiento que se utiliza para reemplazar parte de la función de los riñones. Existen dos modalidades: hemodiálisis y diálisis peritoneal. Se trata de un tratamiento que debe realizarse de por vida, salvo que se recupere la función renal (cosa poco probable) o que se acceda a un trasplante de riñón con éxito.
El trasplante renal consiste en recibir un riñón que va a permitir suplir las funciones que se han perdido debido a la insuficiencia renal. Este riñón puede proceder de un donante vivo (por lo general, familiares del paciente: cónyuge, padres, hermanos o alguien cercano a la familia) o de un donante fallecido. Después de un trasplante hay que tomar medicamentos durante el resto de la vida para evitar que el cuerpo rechace el órgano nuevo.
ÚLTIMOS AVANCES EN INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
La investigación sobre la enfermedad renal, su etiología y tratamientos no se detiene, y cada vez están surgiendo nuevos avances científicos que podrían mejorar sustancialmente la calidad de vida de los enfermos renales.
Algunos científicos han propuesto el modelo Human Nephron Filter (HNF) como una innovación en el tratamiento de la insuficiencia renal. Consiste en dos membranas que trabajan en serie dentro de un recipiente. La primera membrana se llama membrana G y es similar a la membrana glomerular de la nefrona, mientras que la segunda se denomina membrana T y reproduce las funciones del túbulo. Está fabricada mediante ingeniería molecular y constituida por poros de diferentes tamaños y angulaciones.
Por otra parte, Víctor Gura, reputado nefrólogo, trabaja en un aparato de hemodiálisis portátil (Wearable Artificial Kidney) basado en un dializador de alto flujo de 0,6 m2 de polisulfona que consta de un circuito en el que se encuentra el compartimiento sanguíneo con la línea arterial que envía la sangre al dializador y vuelve al paciente. El prototipo es aún muy incipiente, por lo que son necesarios más ensayos para confirmar la seguridad y eficacia del tratamiento, pero tiene la potencialidad de convertirse en un método para alcanzar una diálisis más frecuente en los pacientes con insuficiencia renal avanzada.
En paralelo, recientes investigaciones destacan la técnica de microfluidos como una nueva ciencia de posible aplicación en el campo de la hemodiálisis. En el futuro tal vez sea posible la construcción de múltiples cámaras de microfluidos que permitan una miniaturización del riñón artificial y la obtención de un riñón portable.
Otra línea de investigación estudia dispositivos bioartificiales para asistencia renal que permitan formar, mediante geles de colágeno, elementos similares a los túbulos con factores de crecimiento programados. En la actualidad este avance tecnológico se encuentra en la preparación de fase 3.
ASESORAMIENTO JURÍDICO Y LEGAL
¿Quieres saberlo todo sobre incapacidad laboral permanente por insuficiencia renal crónica? En Fidelitis queremos ayudarte a resolver tus dudas en materia jurídica y legal.
¿Qué tipo de incapacidad laboral puedo conseguir si padezco insuficiencia renal crónica?
Como cualquier enfermedad, lo que marca el tipo de incapacidad laboral es cómo afectan las secuelas a tu capacidad para trabajar, pero al tratarse de una patología que puede afectar a varios órganos e ir agravándose, puede corresponderte una incapacidad total si estás afectado en pocos órganos y en una fase inicial; una absoluta si las secuelas se han agravado; o incluso una gran invalidez en los casos más graves.
Si tengo ya concedida una incapacidad laboral en grado de total o absoluta por insuficiencia renal crónica desde hace tiempo, ¿puedo solicitar ahora una absoluta o una gran invalidez?
Si ha existido algún tipo de agravamiento de las secuelas de la insuficiencia renal crónica o has desarrollado una nueva patología, puedes solicitar una revisión de grado por agravamiento para obtener la absoluta o la gran invalidez, de modo que tu pensión se vería incrementada sensiblemente.
¿Cuánto puedo llegar a cobrar con una incapacidad laboral por insuficiencia renal crónica?
El importe de la pensión depende del grado de incapacidad laboral que obtengas. Si se trata de una total el cálculo se realiza sobre las bases de cotización de los últimos 8 años y, por ejemplo, si tu salario bruto ha sido de 1.500 euros al mes de media, entonces cobrarás una pensión del 55% de los 1.500 euros; es decir, 825 euros brutos, y del 75%, es decir, 1.125 euros brutos, a partir de los 55 años si no estás trabajando en otro empleo que sea compatible con la pensión.
Si se trata de una absoluta el cálculo se realiza igual que en el caso anterior, así que con el mismo ejemplo de salario entonces cobrarás una pensión de 1.500 euros netos ya que no está sujeta a retención.
En el caso de obtener una gran invalidez, además del importe de la absoluta, cobrarás un complemento de mínimo el 45% y hasta un 90% aproximadamente. Es decir, si nos fijamos en el ejemplo anterior, una persona que haya estado cotizando de forma estable en base a 1.500 euros puede llegar a cobrar una pensión de mínimo 2.175 euros y hasta aproximadamente 2.850 euros.
Además, si una persona ha estado cotizando las bases máximas de cotización, las pensiones por gran invalidez pueden superar incluso los 4.500 euros, ya que, aunque la pensión máxima para 2024 es de 3.181,60 euros netos, el complemento de gran invalidez se calcula sobre la base de cotización, así que podemos obtener pensiones de un altísimo valor económico para una gran invalidez y, por supuesto, tampoco están sujetas a retenciones.
¿Qué grado de discapacidad me corresponde si sufro insuficiencia renal crónica?
En el caso del grado de discapacidad, lo que se mide es cómo te afectan las secuelas de la enfermedad a todos los aspectos de tu vida diaria, desde que te levantas hasta que te acuestas, incluidas tus relaciones laborales, sociales, familiares, etc.
En este caso dependerá del grado de avance de la enfermedad y de sus secuelas, pero lo normal es que con un grado de afectación moderada se pueda obtener el mínimo del 33%, y en los casos más graves, cuando además de la insuficiencia renal crónica concurren otras patologías, se supere el 65%.
Nuestros abogados especialistas en discapacidad te asesorarán sobre cualquier duda legal que te pueda surgir.
Teniendo insuficiencia renal crónica, ¿puedo obtener la dependencia y en qué grado?
La dependencia mide cómo afectan las secuelas de la enfermedad a la realización de los actos básicos de tu vida diaria: higiene, alimentación, desplazamiento, etc., así que, en los casos avanzados de la patología, cuando ataca a varios órganos o gravemente a alguno de ellos, se puede obtener cualquiera de los 3 grados de dependencia; esto es, dependencia moderada, severa o gran dependencia.
¿Estoy obligado a informar a mi empresa de que he solicitado la incapacidad laboral a causa de la insuficiencia renal crónica? ¿Se pueden enterar?
No, la empresa no se va a enterar de que estás tramitando la incapacidad laboral, excepto que tú mismo se lo digas y, por supuesto, no estás obligado a informar de que la estás solicitando. Es una información absolutamente confidencial.
¿Puedo solicitar la incapacidad laboral por insuficiencia renal crónica si estoy trabajando o tengo que esperar a estar de baja y agotar los 18 meses?
No es obligatorio esperar a agotar los plazos de la baja médica para solicitar la incapacidad laboral; es más, es preferible no esperar a agotarlos, ya que, de esta manera, si la solicitud la haces tú sin esperar a que la inspección intervenga, serás tú mismo quien tenga el control de tu expediente sabiendo en cada momento qué documentos quieres presentar en la solicitud, etc.
Lo que sí es siempre recomendable es que estés muy bien informado de los pasos a seguir y qué documentos te favorecen y cuáles no y, a ser posible, que te pongas en manos de abogados especialistas en incapacidades laborales.
Si estoy jubilado por coeficientes reductores, ¿puedo solicitar la incapacidad laboral por insuficiencia renal crónica?
Sí. Si aún no has cumplido los 65 años, puedes solicitarla, y además están en la obligación de dártela y, por lo tanto, lo normal es que obtengas una pensión superior a la que estás cobrando actualmente.
En el caso de haber superado los 65 años de edad se podría intentar, pero el caso se complica y habrá que acudir con absoluta seguridad a los tribunales de justicia siempre que podamos demostrar que el hecho causante es anterior a la edad legal de jubilación.
Gracias a una reciente sentencia ganada por Fidelitis en el Tribunal Constitucional se ha conseguido garantizar este derecho, de tal manera que, aunque estés jubilado por coeficientes reductores, si no has alcanzado la edad legal de jubilación, puedes solicitar una incapacidad permanente.
Es preciso señalar que tanto la Seguridad Social como los Juzgados de primera instancia del TSJ y del Tribunal Supremo querían cercenar este derecho, pero nuestra lucha y nuestro compromiso en lo que creemos hizo que llegáramos hasta el Tribunal Constitucional, momento en el que nos dieron la razón.
Aquí tienes más información sobre jubilación anticipada por enfermedad crónica.
¿Están obligados a adaptar mi puesto de trabajo si tengo insuficiencia renal crónica y lo comunico en mi empresa?
El Real Decreto de marzo de 2019 trata sobre la adaptación del puesto de trabajo e insta a hacer un esfuerzo para que las personas que sufren una determinada enfermedad (en este caso, insuficiencia renal crónica) traten de obtener mejoras en sus puestos de trabajo en términos de flexibilidad horaria, teletrabajo, adquisición de herramientas tecnológicas, mayor luminosidad, etc., pero la realidad es que se trata de un traje a medida para cada trabajador y empresa.
En estas circunstancias se abre un espacio de negociación con el empresario que debe demostrar que ha realizado sus máximos esfuerzos para realizar dicha adaptación, pero no significa que para ello deba hipotecar, por ejemplo, su viabilidad financiera.
Por este motivo, lo mejor es hacer un análisis pormenorizado de las necesidades y de las posibilidades de la empresa para tratar de llegar al mejor escenario posible para el empleado acorde con las posibilidades de la empresa.
Si padezco insuficiencia renal crónica, ¿puedo compatibilizar una pensión por incapacidad laboral con un trabajo?
La Ley General de la Seguridad Social dice exactamente que puedes hacerlo siempre y cuando tu nuevo trabajo esté especialmente adaptado a las secuelas de tu enfermedad.
Si tienes una total no hay problema. Lo único que no puedes hacer es desarrollar las mismas tareas que hacías en el trabajo que desarrollabas cuando te dieron la incapacidad laboral.
Pero en el caso de la absoluta o la gran invalidez, la experiencia nos dice que puedes hacerlo únicamente en centros especiales de empleo que, efectivamente, cumplan con estos requisitos y, además, realizando obviamente los trámites adecuados ante la Administración para compatibilizar pensión por incapacidad laboral y nuevo empleo.
¿Qué pasa si soy discriminado por tener insuficiencia renal crónica? ¿Puedo denunciarlo?, ¿cómo debería hacerlo?
Claro que puedes denunciarlo. Además, debes hacerlo para tratar de que no les suceda a otros en el futuro. Dependiendo del tipo de discriminación a la que hayas sido sometido, el procedimiento y el organismo es diferente, desde Instituciones Públicas como Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc., pasando obviamente por llevar al infractor ante los tribunales de justicia.
¿Qué hago si me están acosando en el trabajo para que me vaya al haberse enterado de que tengo insuficiencia renal crónica?
El acoso laboral es otro tipo de discriminación que, además, dependiendo del grado, puede incluso estar tipificada como delito penal.
Lo primero que debes hacer es documentar el acoso con todo el material del que dispongas (emails, grabaciones, testimonios, etc.) para, a continuación, ponerlo en manos de un abogado especialista en acoso laboral que te ayude a poner fin al hostigamiento y te proteja dentro de tu entorno laboral.
ASOCIACIONES CON LAS QUE COLABORAMOS
En Fidelitis colaboramos y prestamos cobertura jurídica a las principales asociaciones españolas de enfermedades renales:
- Asociación Española de Hiperplasia Suprarrenal Congénita - AEHSC
- Asociación para la Información e Investigación sobre Enfermedades Renales Genéticas - AIRG-E
- Suprarrenalectomía Bilateral - SI-SSB
Si necesitas ayuda o quieres que intercedamos por ti, contacta con nosotros en consultas@fidelitis.es facilitándonos tus datos personales y tu localidad.
¿Quieres saber más sobre otras enfermedades que pueden causar incapacidad laboral permanente o discapacidad?