Incapacidad permanente por enfermedad de Huntington
DEFINICIÓN: QUÉ ES LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
La enfermedad de Huntington, también conocida como corea de Huntington, es un trastorno neurodegenerativo hereditario que afecta las células nerviosas del cerebro. Se caracteriza por movimientos corporales involuntarios (corea), deterioro cognitivo y problemas psiquiátricos.
Es una enfermedad progresiva y debilitante. La esperanza de vida promedio de las personas con enfermedad de Huntington es de 15 a 20 años después de la aparición de los síntomas.
La prevalencia de la enfermedad de Huntington en España se estima en entre 5 y 10 casos por cada 100.000 habitantes. Esto significa que hay entre 2.500 y 5.000 personas con esta patología en España.
Algunos datos específicos sobre la prevalencia de la enfermedad de Huntington en España:
- Más de 4.000 personas en España padecen la enfermedad de Huntington.
- Más de 15.000 personas en España corren el riesgo de heredar la enfermedad de un familiar directo afectado.
- La enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual.
- La mayoría de las personas desarrollan la enfermedad entre los 35 y los 55 años, aunque un 10% de los casos se presenta antes de los 20 años (enfermedad de Huntington juvenil) y otro 10% después de los 55 años (enfermedad de Huntington de inicio tardío).
Enfermedad de Huntington y discapacidad e incapacidad
La enfermedad de Huntington (EH) puede tener un impacto significativo en la capacidad laboral y la discapacidad de una persona, ya que se trata de una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta las funciones motoras, cognitivas y psiquiátricas.
Relación con la incapacidad laboral:
- Síntomas motores: Los movimientos coreicos involuntarios, la rigidez muscular, la disartria (dificultad para hablar) y la disfagia (dificultad para tragar) pueden dificultar o imposibilitar la realización de tareas laborales que requieren destreza física, coordinación o comunicación efectiva.
- Deterioro cognitivo: La pérdida de memoria, la disminución de la capacidad de concentración, la dificultad para resolver problemas y el deterioro del juicio pueden afectar el rendimiento laboral en tareas que exigen habilidades cognitivas.
- Problemas psiquiátricos: La depresión, la ansiedad, la irritabilidad y los cambios de humor pueden afectar la motivación, la capacidad de trabajar en equipo y la interacción con compañeros y clientes.
La gravedad de la EH y el impacto en la capacidad laboral varían de persona a persona.
En las primeras etapas de la enfermedad, las personas con EH pueden ser capaces de continuar trabajando con algunas adaptaciones o modificaciones en su entorno laboral.
A medida que la enfermedad progresa, la capacidad laboral puede disminuir significativamente, lo que puede llevar a la necesidad de una reducción de la jornada laboral, una baja laboral prolongada o una incapacidad laboral permanente.
En España, la EH se considera una enfermedad incapacitante para la Seguridad Social.
Las personas con EH que cumplen con los requisitos legales pueden solicitar una incapacidad permanente.
El tipo y grado de incapacidad permanente se determinan en función de la gravedad de los síntomas y su impacto en la capacidad para realizar actividades laborales.
Relación con la discapacidad:
- La EH puede causar una discapacidad física, cognitiva y/o psicosocial.
- El grado de discapacidad varía de persona a persona y depende de la progresión de la enfermedad.
- Las personas con EH pueden necesitar asistencia para realizar actividades básicas de la vida diaria, como vestirse, bañarse, comer y movilizarse.
- También pueden necesitar apoyo para gestionar sus finanzas, tomar decisiones y mantener relaciones sociales.
CAUSAS DE LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
La enfermedad de Huntington (EH) es causada por una mutación genética en el cromosoma 4. Esta mutación hace que se repita una secuencia de ADN un número excesivo de veces. La repetición excesiva de ADN daña las células nerviosas del cerebro, lo que lleva a los síntomas de la enfermedad.
En términos más específicos:
- El gen mutado se llama HTT y proporciona instrucciones para producir una proteína llamada huntingtina.
- La huntingtina juega un papel importante en el funcionamiento de las células nerviosas.
- La mutación en el gen HTT produce una huntingtina anormal que se acumula en las células nerviosas y las daña.
- El daño a las células nerviosas causa los síntomas de la enfermedad de Huntington, incluyendo los movimientos coreicos, el deterioro cognitivo y los problemas psiquiátricos.
La enfermedad de Huntington es una enfermedad hereditaria autosómica dominante. Esto significa que:
- Si uno de los padres tiene la enfermedad de Huntington, el descendiente tiene un 50% de probabilidades de heredarla.
- No es necesario que ambos padres tengan la enfermedad para que un hijo la herede.
- Un hijo que hereda el gen mutado de un padre desarrollará la enfermedad.
Es importante tener en cuenta que la mutación del gen HTT no siempre produce la enfermedad de Huntington.
La edad a la que aparecen los síntomas y la gravedad de la enfermedad pueden variar de persona a persona, incluso dentro de la misma familia.
Algunos factores ambientales, como el estrés o las lesiones en la cabeza, podrían influir en el desarrollo de la enfermedad.
SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
La enfermedad de Huntington (EH) se caracteriza por una serie de síntomas que afectan principalmente al movimiento, la cognición y la salud mental. La gravedad y la progresión de los síntomas varían de persona a persona, pero generalmente empeoran con el tiempo.
Síntomas motores
- Movimientos coreicos: Son movimientos espasmódicos, bruscos e impredecibles que afectan principalmente a la cara, el tronco y las extremidades. Estos movimientos son el síntoma más característico de la EH y suelen ser los primeros en aparecer.
- Rigidez muscular: La rigidez en los músculos puede dificultar el movimiento y la coordinación.
- Disartria: Dificultad para hablar debido a problemas en los músculos que controlan la lengua y la boca.
- Disfagia: Dificultad para tragar debido a problemas en los músculos que controlan la garganta.
- Ataxia: Inestabilidad y falta de coordinación al caminar o realizar movimientos finos.
Síntomas cognitivos
- Pérdida de memoria: Dificultad para recordar información reciente o a largo plazo.
- Disminución de la capacidad de concentración: Dificultad para prestar atención y enfocarse en tareas.
- Dificultad para resolver problemas: Incapacidad para pensar de forma lógica y tomar decisiones.
- Deterioro del juicio: Dificultad para evaluar situaciones y tomar decisiones acertadas.
- Cambios en la personalidad: Irritabilidad, impulsividad, apatía o falta de interés en actividades que antes disfrutaba.
Síntomas psiquiátricos
- Depresión: Tristeza persistente, pérdida de interés en actividades y sentimientos de culpa o inutilidad.
- Ansiedad: Inquietud, nerviosismo, ataques de pánico y dificultad para relajarse.
- Irritabilidad: Enojo y frustración frecuentes.
- Cambios de humor: Cambios bruscos en el estado de ánimo, desde la euforia hasta la depresión.
- Psicosis: Pérdida de contacto con la realidad, incluyendo alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen) y delirios (creencias falsas y fijas).
Otros síntomas
- Pérdida de peso: Disminución del apetito y dificultad para mantener un peso saludable.
- Problemas del sueño: Dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos y somnolencia diurna.
- Fatiga: Cansancio extremo que no mejora con el descanso.
- Estreñimiento: Dificultad para evacuar los intestinos.
Es importante tener en cuenta que no todas las personas con EH experimentarán todos estos síntomas.
La gravedad y la progresión de la enfermedad varían de persona a persona. Algunos pacientes pueden tener síntomas leves durante muchos años, mientras que otros pueden experimentar una progresión rápida y severa de la enfermedad.
TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
Actualmente no existe una cura para la enfermedad de Huntington (EH).
El tratamiento se enfoca en el manejo de los síntomas y en mejorar la calidad de vida de las personas con la enfermedad.
Los principales tipos de tratamiento incluyen:
1. Medicamentos
- Para los movimientos coreicos: Se pueden utilizar medicamentos como antipsicóticos, neurolépticos o benzodiacepinas para controlar los movimientos coreicos. La elección del medicamento y la dosis se ajustan a las necesidades individuales de cada paciente.
- Para los síntomas psiquiátricos: Se pueden utilizar antidepresivos, ansiolíticos o estabilizadores del estado de ánimo para tratar la depresión, la ansiedad y otros problemas emocionales.
- Para otros síntomas: Se pueden utilizar otros medicamentos para tratar síntomas específicos como el insomnio, el dolor o los problemas gastrointestinales.
2. Terapia física
La terapia física puede ayudar a mejorar la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad muscular. También puede ser beneficiosa de cara a reducir el riesgo de caídas y mejorar la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
3. Terapia ocupacional
La terapia ocupacional puede ayudar a las personas con EH a aprender a realizar tareas de la vida diaria de forma segura e independiente. También es útil para adaptar el entorno del hogar y del trabajo para facilitar la realización de estas tareas.
4. Terapia del habla
La terapia del habla puede ayudar a las personas con EH a mejorar su capacidad para hablar y tragar, así como a prevenir la neumonía por aspiración, que es una complicación grave que puede ocurrir cuando las personas con EH tienen dificultad para tragar.
5. Apoyo psicológico
El apoyo psicológico puede ayudar a las personas con EH y sus familias a afrontar los desafíos emocionales de la enfermedad. Es igualmente necesario para proporcionar educación sobre la enfermedad y recursos para la comunidad.
6. Dieta y nutrición
Una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a las personas con EH a mantener un peso saludable y a obtener los nutrientes que necesitan. Es importante hablar con un dietista o nutricionista para obtener recomendaciones personalizadas.
7. Cambios en el estilo de vida
Algunos cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con EH.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la EH debe ser individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada paciente.
Un equipo de profesionales de la salud, que puede incluir médicos, neurólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, terapeutas del habla, psicólogos y dietistas, trabajará juntos para desarrollar un plan de tratamiento integral.
ÚLTIMOS AVANCES EN LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
Los últimos avances científicos en la enfermedad de Huntington están marcados por innovaciones significativas en terapias genéticas y tratamientos sintomáticos que mejoran la calidad de vida de los pacientes:
- Terapia Génica y CRISPR-Cas9: Una de las áreas más prometedoras es el uso de terapia génica para silenciar selectivamente el gen mutado que causa la enfermedad. Técnicas como el ARN de interferencia y la tecnología CRISPR-Cas9 están siendo exploradas y han mostrado eficacia en modelos animales. Estos enfoques están actualmente en ensayos clínicos para evaluar su seguridad y eficacia en humanos.
- Inhibidores de Histona Desacetilasa (HDAC): Otros avances incluyen el desarrollo de fármacos que modulan la expresión del gen HTT y reducen la producción de la proteína huntingtina mutada. Estos fármacos, probados en modelos animales, están en fases de ensayo clínico.
- Terapia de Reemplazo de Células Madre: La investigación en células madre pluripotentes inducidas (iPSC) también es un área activa. Estas células pueden diferenciarse en neuronas y potencialmente reemplazar las células dañadas en el cerebro de los pacientes, una técnica que ha mostrado resultados alentadores en modelos animales y se espera que avance a ensayos clínicos.
- Biomarcadores: Se han hecho progresos en la identificación de biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo y la sangre, que pueden ayudar en el diagnóstico temprano y la monitorización de la enfermedad, facilitando así la evaluación de nuevos tratamientos.
- Tratamientos Sintomáticos: Aunque no hay cura, los tratamientos sintomáticos existen y ayudan a mejorar la funcionalidad y la calidad de vida, controlando síntomas como los movimientos involuntarios.
Estos avances representan una esperanza significativa para los afectados por la enfermedad de Huntington, aunque aún es crucial continuar con la investigación y el desarrollo de estas nuevas terapias.
ASESORAMIENTO JURÍDICO Y LEGAL
Si padeces la enfermedad de Huntington, ¿sabes que podría corresponderte una pensión de invalidez, un grado discapacidad o de dependencia? En la actualidad se han obtenido sentencias favorables de incapacidad por esta patología. En Fidelitis queremos ayudarte a resolver tus dudas en materia jurídica y legal.
Como cualquier enfermedad, lo que determina el tipo de incapacidad laboral es cómo afectan las secuelas a tu capacidad para trabajar.
En nuestros días se han obtenido sentencias favorables de incapacidad laboral por la enfermedad de Huntington. Cuando el INSS ha concedido la incapacidad, la mayoría de las veces ha consistido en una incapacidad permanente absoluta. También es verdad que, en multitud de ocasiones, la enfermedad de Huntington suele venir acompañado de otras patologías que pueden agravar el estado de salud de la persona afectada, alcanzando una Gran Invalidez. Es por ello que es posible obtener la dependencia o una pensión por incapacidad laboral en cualquiera de sus grados si además de la enfermedad de Huntington concurren otras patologías.
Si ha existido algún tipo de agravamiento de las secuelas de la enfermedad de Huntington o has desarrollado una nueva patología, puedes solicitar una revisión de grado por agravamiento para obtener la absoluta o la gran invalidez, de modo que tu pensión se vería incrementada sensiblemente.
El importe de la pensión depende del grado de incapacidad laboral que obtengas. Si se trata de una total el cálculo se realiza sobre las bases de cotización de los últimos 8 años y, por ejemplo, si tu salario bruto ha sido de 1.500 euros al mes de media, entonces cobrarás una pensión del 55% de los 1.500 euros; es decir, 825 euros brutos, y del 75%, es decir, 1.125 euros brutos, a partir de los 55 años si no estás trabajando en otro empleo que sea compatible con la pensión.
Si se trata de una absoluta el cálculo se realiza igual que en el caso anterior, así que con el mismo ejemplo de salario entonces cobrarás una pensión de 1.500 euros netos ya que no está sujeta a retención.
En el caso de obtener una gran invalidez, además del importe de la absoluta, cobrarás un complemento de mínimo el 45% y hasta un 90% aproximadamente. Es decir, si nos fijamos en el ejemplo anterior, una persona que haya estado cotizando de forma estable en base a 1.500 euros puede llegar a cobrar una pensión de mínimo 2.175 euros y hasta aproximadamente 2.850 euros.
Además, si una persona ha estado cotizado a bases máximas de cotización, las pensiones por gran invalidez pueden superar incluso los 4.500 euros, ya que, aunque la pensión máxima para 2024 es de 3.181,60 euros netos, el complemento de gran invalidez se calcula sobre la base de cotización, así que podemos obtener pensiones de un altísimo valor económico para una gran invalidez y, por supuesto, tampoco están sujetas a retenciones.
En el caso del grado de discapacidad, lo que se mide es cómo te afectan las secuelas de la enfermedad a todos los aspectos de tu vida diaria, desde que te levantas hasta que te acuestas, incluidas tus relaciones laborales, sociales, familiares, etc.
En este caso dependerá del grado de avance de la enfermedad y de sus secuelas, pero lo normal es que con un grado de afectación moderada se pueda obtener el mínimo del 33%, y en los casos más graves, cuando además de la enfermedad de Huntington concurren otras patologías, se supere el 65%.
Nuestros abogados especialistas en discapacidad te asesorarán sobre cualquier duda legal que te pueda surgir.
La dependencia mide cómo afectan las secuelas de la enfermedad a la realización de los actos básicos de tu vida diaria: higiene, alimentación, desplazamiento, etc., así que, en los casos avanzados de la patología, cuando ataca a varios órganos o gravemente a alguno de ellos, se puede obtener cualquiera de los 3 grados de dependencia; esto es, dependencia moderada, severa o gran dependencia.
No, la empresa no se va a enterar de que estás tramitando la incapacidad laboral, excepto que tú mismo se lo digas y, por supuesto, no estás obligado a informar de que la estás solicitando. Es una información absolutamente confidencial.
No es obligatorio esperar a agotar los plazos de la baja médica para solicitar la incapacidad laboral; es más, es preferible no esperar a agotarlos, ya que, de esta manera, si la solicitud la haces tú sin esperar a que la inspección intervenga, serás tú mismo quien tenga el control de tu expediente sabiendo en cada momento qué documentos quieres presentar en la solicitud, etc.
Lo que sí es siempre recomendable es que estés muy bien informado de los pasos a seguir y qué documentos te favorecen y cuáles no y, a ser posible, que te pongas en manos de abogados especialistas en incapacidad laboral permanente.
Sí. Si aún no has cumplido los 65 años, puedes solicitarla, y además están en la obligación de dártela y, por lo tanto, lo normal es que obtengas una pensión superior a la que estás cobrando actualmente.
En el caso de haber superado los 65 años de edad se podría intentar, pero el caso se complica y habrá que acudir con absoluta seguridad a los tribunales de justicia siempre que podamos demostrar que el hecho causante es anterior a la edad legal de jubilación.
Aquí tienes más información sobre jubilación anticipada por enfermedad crónica.
El Real Decreto de marzo de 2019 trata sobre la adaptación del puesto de trabajo e insta a hacer un esfuerzo para que las personas que sufren una determinada enfermedad (en este caso, la enfermedad de Huntington) traten de obtener mejoras en sus puestos de trabajo en términos de flexibilidad horaria, teletrabajo, adquisición de herramientas tecnológicas, mayor luminosidad, etc., pero la realidad es que se trata de un traje a medida para cada trabajador y empresa.
En estas circunstancias se abre un espacio de negociación con el empresario que debe demostrar que ha realizado sus máximos esfuerzos para realizar dicha adaptación, pero no significa que para ello deba hipotecar, por ejemplo, su viabilidad financiera.
Por este motivo, lo mejor es hacer un análisis pormenorizado de las necesidades y de las posibilidades de la empresa para tratar de llegar al mejor escenario posible para el empleado acorde con las posibilidades de la empresa.
La Ley General de la Seguridad Social dice exactamente que puedes hacerlo siempre y cuando tu nuevo trabajo esté especialmente adaptado a las secuelas de tu enfermedad.
Si tienes una total no hay problema. Lo único que no puedes hacer es desarrollar las mismas tareas que hacías en el trabajo que desarrollabas cuando te dieron la incapacidad laboral.
Pero en el caso de la absoluta o la gran invalidez, la experiencia nos dice que puedes hacerlo únicamente en centros especiales de empleo que, efectivamente, cumplan con estos requisitos y, además, realizando obviamente los trámites adecuados ante la Administración para compatibilizar pensión por incapacidad laboral y nuevo empleo.
Claro que puedes denunciarlo. Además, debes hacerlo para tratar de que no les suceda a otros en el futuro. Dependiendo del tipo de discriminación a la que hayas sido sometido, el procedimiento y el organismo es diferente, desde Instituciones Públicas como Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc., pasando obviamente por llevar al infractor ante los tribunales de justicia.
El acoso laboral es otro tipo de discriminación que, además, dependiendo del grado, puede incluso estar tipificada como delito penal.
Lo primero que debes hacer es documentar el acoso con todo el material del que dispongas (emails, grabaciones, testimonios, etc.) para, a continuación, ponerlo en manos de un abogado especialista en acoso laboral que te ayude a poner fin al hostigamiento y te proteja dentro de tu entorno laboral.
ASOCIACIONES CON LAS QUE COLABORAMOS
En Fidelitis colaboramos y prestamos cobertura jurídica a las principales asociaciones españolas de la enfermedad de Huntington (EH), como la:
- Asociación Cordobesa para la Investigación de Corea de Huntington IHUCOR
- Asociación Corea de Huntington de Castilla y León ACHCyL
- Asociación de Corea de Huntington Española ACHE
- Asociación Extremeña de Enfermos de Huntington – AExEH
- Asociación Valenciana de Enfermedad de Huntington AVAEH
- Associació Catalana de Malaltia de Huntington ACMAH
Si necesitas ayuda o quieres que intercedamos por ti, contacta con nosotros en consultas@fidelitis.es facilitándonos tus datos personales y tu localidad.
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