El caso que os contamos es el de un cliente que llegó a nosotros tras sentirse limitado para realizar su trabajo de técnico de control de calidad de automoción, siendo sus principales tareas manipular objetos y herramientas, cargar peso e inspeccionar los productos terminados o las piezas fabricadas.
En un primer paso le pedimos que nos explicase sus patologías y sobre todo las limitaciones que éstas le causaban. Nuestro equipo realizó un profundo estudio de viabilidad en el cual se llegó a la conclusión de que con mejores informes médicos podría obtener una pensión por incapacidad permanente total. Esto implica cobrar un 55% de su base reguladora y además poder realizar cualquier otro tipo de trabajo siempre que sea compatible con la pensión.
Para el juicio valoramos la importancia de incluir un informe pericial que ratificase las patologías y limitaciones de nuestro cliente.
Somos conscientes de lo difícil que puede ser valorar a un paciente con limitaciones como las que presentaba nuestro cliente, no solo en la Seguridad Social, sino en los juzgados, por lo que solicitar la ayuda de un médico forense para que valorara a nuestro representado y elaborase un informe para incluirlo como medio de prueba fue un paso importante a nuestro favor.
Más tarde este informe pericial, junto a los excelentes argumentos de nuestro abogado, nos dio la razón, y a nuestro cliente se le concedió una pensión por incapacidad permanente en grado de total, cobrando todos los atrasos de más de dos años desde fecha 03/09/2021 hasta 23/01/2023; es decir, más de 11.000€ en atrasos.
